_
_
_
_
FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

Un poco de oficio basta

El Athletic no necesita hacer mucho para vencer a un débil Racing

Tan malito está el Racing, es tan poquita cosa, que consiguió demostrar algo que nadie había conseguido hace mucho: que el Athletic, tan visceral, tan fiel a la arqueología y sin Llorente, resulta que tiene oficio para gestionar un partido al que le puso muy poca calidad, pero la energía suficiente para abochornar al contrario . Es, hoy por hoy, el Racing tan poquita cosa que el Athletic pareció mucho más de lo que fue. El primer gol, obra de Gurpegui, desnudó tanto a uno como revistió al otro. Un cabezazo que suspendió de raíz a un defensa negado, Christian, y a un portero asustado, Toño. Entre la indolencia de ambos surgió Gurpegui que será cualquier cosa menos indolente para mandar a la red un centro bien puesto de Castillo, quizás el primer libre indirecto que ejecuta en el Athletic, sometido a la dictadura de los veteranos.

Racing 0 - Athletic de Bilbao 2

Racing: Toño; Pinillos, Torrejón (Arana, min 60), Osmar, Christian (Sepsi, min 70); Luis García, Moratón, Lacen, Serrano; Geijo y Tchité (Xisco, min 60).

Athletic de Bilbao: Iraioz; Iraola, Ustaritz, Amorebieta, Castillo; Javi Martínez; Susaeta (David López, min 92), Orbaiz (San José, min 88), Gurpegui, De Marcos; y Ion Vélez (Díaz de Cerio, min 86).

Goles: 0-1, min 31. Gurpegui. 0-2, min 74. Iraola, de penalti.

Árbitro: Paradas Romero (comité andaluz). Mostró cartulinas amarillas a Tchité, Pinillos, Lacen y Christian por el Racing y a Ion Vélez y Ustaritz por el Athletic.

Incidencias: partido de la décima jornada de Liga de Primera División disputado en los Campos de Sport de El Sardinero ante 14.412 personas.

Ese gol, tan circunstancial como expresivo, no sólo hundió a los jugadores del Racing, huecos de juego y vacíos de ideas, sino que acabó por confundir a su cuestionado técnico, Mandiá, con poca capacidad de reacción para ver los defectos de su equipo: falta de hilazón y una defensa que se apaña por el centro pero que tiene dos vías de agua en los costados por las que transitó el Athletic sin necesidad de hacer encajes de bolillo. Si el Athletic hubiera mandado sus pelotazos en vez de al centro, donde sobresalía el joven Osmar, a su costado izquierdo, el partido se hubiera roto en diez mil pedazos. Era tan brutal la superioridad de Susaeta sobre el veteranísimo Pinillos que de haberle atacado sin descanso, se hubiera marchado voluntariamente al vestuario, harto de verle el número en la espalda. Eso le costó el primer gol de Gurpegui, y eso, su mala defensa, le costó el clarísimo penalti de Lacen a Ion Vélez, que transformó Iraola.

Pinillos y Susaeta luchan por un balón.
Pinillos y Susaeta luchan por un balón.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_