"Apenas puedo colocarme en la moto"

Finalmente, Dani Pedrosa ha podido salir a rodar con su Honda en los primeros ensayos del Gran Premio de Qatar. Otra cosa será que pueda alistarse en la carrera del domingo. En esta ocasión, su martirio es la rodilla izquierda, en la que hace poco más de un mes (4 de marzo) se le practicó un injerto vascularizado (con riego sanguíneo). Tras cuatro semanas de recuperación, Pedrosa ha vuelto a subirse esta noche a su Honda y ha terminado el último, a más de cuatro segundos del piloto más rápido, que otra vez ha sido Casey Stoner (Ducati). Al terminar el entrenamiento, Pedrosa ha confirmado que su estado físico es precario, que ni siquiera puede exprimir el neumático y que no puede inclinarse todo lo que querría en las curvas a la izquierda (hay cinco). Y algo más preocupante, que no sabe si podrá disputar la carrera.

"Apenas puedo colocarme encima de la moto", ha confirmado el motorista de Castellar del Vallès (Barcelona). "Voy mal puesto porque, en las curvas a la izquierda, no doblo la rodilla los grados necesarios. Casi no puedo colocar el pie en la estribera, pongo solo el talón, y a veces la bota me toca al suelo", ha añadido el catalán. "No es lo mismo doblar la rodilla uno mismo, cogiéndola con las manos y haciendo fuerza, que hacerlo encima de la moto con la fuerza de los cuádriceps, que además están en tensión. Cuando pasan unas vueltas, se va dando un poco, pero aún no tengo suficiente elasticidad. Hay un momento en que dice basta", ha asegurado Pedrosa. "Mañana veremos cómo va, a ver cómo me encuentro, y entonces tomaremos decisiones. No tiraré la toalla, pero tampoco tiene mucho sentido salir, rodar cuatro segundos más lento que los primeros y que me doblen", ha zanjado el español, que se ha entrenado provisto de un mono de piel con la pernera izquierda un poco más ancha de lo normal para que le cupiera la venda.