Mandan los difusores, arrasa Brawn GP

Los difusores ganaron la primera batalla al KERS, y Brawn al resto de equipos. Jenson Button (1m26.202s) y Rubens Barrichello (1m26.505s) se repartieron la gloria casi a partes iguales en la primera sesión de calificación del mundial y mantuvieron la emoción hasta el final, cuando el tiempo ya se había cumplido y el reloj estaba a cero. Los dos pupilos de Ross Brawn asediaron sin descanso la 'pole' , pero al final el británico gritó más fuerte. Por detrás, Sebastian Vettel (1m26.830s) cerraba el trío de cabeza, por delante de BMW y Toyota. Alonso, menos afortunado, apenas pasó el segundo corte. Saldrá duodécimo. Hamilton ni siquiera lo intentó, y por un problema mecánico lo hará desde la decimoquinta posición. La vida sigue como hace dos días. Si acaso, con un poco más de alegría en el garaje de la escudería británica.

Apenas varió la tónica en la primera tanda. Rubens Barrichello arrancó con fuerza, coqueteó con los pilotos de cabeza rodando en el umbral del minuto y 25 segundos y a punto estuvo conseguirlo. Fue al final, cuando Mark Webber lideraba la comitiva, con un tiempo de 1m25.006s, inalcanzable para sus rivales en los primeros 15 minutos de ronda. Antes del suramericano, Nico Rosberg, Kazuki Nakajima, Kimi Raikkonen y Fernando Alonso se repartieron el cetro. Entonces se impuso la lógica en Albert Park. Brawn GP, el equipo más fuerte del fin de semana, ocupó su lugar predilecto, dejando los sustos para los veteranos: el McLaren de Hamilton, campeón en apuros, y Heikki Kovalainen apenas daban garantías, y el inglés mantenía a duras penas la cabeza fuera del agua mientras Renault aguantaba la respiración y apretaba los dientes para colocar el R29 de Alonso dentro de la criba. Nelsinho era un caso perdido.

La sorpresa llegó cuando el semáforo volvió a ponerse en verde. Conscientes del potencial del trío de los difusores, los equipos salieron disparados de sus boxes para derrocar al BGP001 de Barrichello y compañía. Todos menos Hamilton. Los problemas de su MP4 24 le hicieron desistir y, simplemente, se bajó del monoplaza al término de la Q1. Sólo quedaba Kovalainen, pero el finlandés apenas conseguía hacer competitivo su monoplaza. Minutos después, mientras Vettel peleaba a pecho descubierto contra tres enemigos, Alonso dejó en la hierba sus opciones de entrar en el corte final. El optimismo, al menos, no le abandonó en la cuneta. "No ha sido una sorpresa no estar en la Q3. Sabíamos que era muy difícil por los problemas del fin de semana. Tenemos problemas con los neumáticos blandos, así que habrá que recomponer la estrategia y esperar un lío como el del año pasado", reconoció el asturiano.

Al final, con Renault y McLaren fuera de juego, Ferrari tampoco consiguió plantar cara a su ex piloto, Rubens Barrichello. Sólo Button, con un coche idéntico al del brasileño, pudo atacar sus dominios. Ross Brawn se sonreía desde el pit-lane viendo cómo sus pupilos pujaban por el primer y el segundo puesto, que al final, fuera de tiempo y en un suspiro, se pintó de colores británicos. Sin nada que hacer por el primer puesto, Vettel y Kubica protagonizaron un intenso mano a mano que comenzó con dominio polaco y terminó con vencedor alemán. Tercero y cuarto respectivamente, al menos correrán con el consuelo de estar por delante de Williams y Toyota.

Aunque pronto para sacar conclusiones, el primer Gran Premio de la temporada promete un duelo de aerodinámicas, de sistemas KERS, de economía de neumáticos, de propulsores y de pericia al volante. Mañana se verá si los Brawn, o al menos sus corredores, son capaces de aguantar 58 vueltas sin un error. Quizá por eso, o por el recuerdo del caos en la pasada cita australiana, sonría tanto Fernando Alonso.