El huracán gana el primer juego
Aplazado el comienzo de la eliminatoria España-Serbia, de la Copa Davis, a causa de la amenaza de vientos de 54 kilómetros por hora
La primera jornada de la eliminatoria España-Serbia, de la Copa Davis, fue suspendida poco antes de la pasada medianoche tras una larga reunión que sentó ante la misma mesa a representantes de la federación española (FET); el Ayuntamiento de Benidorm, su escenario, y la federación internacional (ITF, por sus siglas en inglés).
Soplaba un viento huracanado en la ciudad alicantina, volaban las publicidades por la pista y temblaban las gradas en su parte superior, a 24 metros de altura. La integridad de la estructura, concluyeron los técnicos, estaba comprometida y necesitaba entre ocho y nueve horas de trabajo para ser de nuevo segura.
Imposible tenerla lista para el arranque del duelo, previsto para hoy a las 11.00: la previsión meteorológica indicó que fuertes vientos, de 54 kilómetros por hora, soplarían hasta las cuatro de la tarde, lo que pondría en peligro a los 16.500 espectadores que puede albergar el recinto. "Ha primado la seguridad", explicó un portavoz de la FET cuando las gradas de la pista aún permanecían iluminadas anoche en medio de un ambiente muy gélido.
"El viento hizo volar sillas de la parte de arriba y la estructura quedó comprometida", explicó Soren Frienel, el juez árbitro del enfrentamiento, que no recuerda nada semejante y que dijo tener la "esperanza" de que los problemas puedan solucionarse hoy, con lo que la disputa, que debe arrancar con el partido entre David Ferrer y Novak Djokovic, comenzaría mañana. La comisión organizadora se reunirá hoy de nuevo y anunciará sus conclusiones a las 11.00.
España y Serbia se arriesgaban a jugar bajo un huracán. Se esperaban vientos abrumadores; que no se superasen los 16 grados de temperatura; quizás, la lluvia o el granizo que ayer golpearon con saña la cancha y volcaron hasta los baños portátiles que se habían instalado para los aficionados.
El temporal ya azotó Benidorm el miércoles por la noche y tuvo consecuencias en el graderío, que amaneció desprovisto de decenas de asientos. Los operarios retiraron las mallas verdes que ocultaban a los espectadores el andamiaje metálico de su base y algunas de las publicidades: el vendaval desaconsejaba que cualquier estructura ofreciera resistencia al aire. Había peligro de que se movieran los andamios.
No fue suficiente. El campeón no podrá iniciar hoy la defensa de su título.
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