El Valencia, adelante

El Valencia sufrió lo indecible para eliminar al Maritimo portugués, en un partido en el que al equipo alternativo que presentó Unai Emery le costó entrar en juego y ante un rival inferior que solo presentó como aval su buen posicionamiento en el campo. Los valencianistas, que partían con la ventaja de la ida (0-1), sólo reaccionaron en el tramo final de la segunda parte tras un primer periodo pésimo. Hasta el minuto 78 la eliminatoria estuvo igualada por el gol visitante del primer tiempo, y sólo en el tiempo añadido el equipo de Mestalla logró, de penalti, hacerse con la victoria (2-1).

A pesar de la revolucionaria alineación de Unai Emery, que sólo contó con Raúl Albiol de los titulares indiscutibles en el equipo, fue el conjunto de Mestalla el que marcó el ritmo en los primeros compases del partido aunque sin poner en aprietos a la meta defendida por Marcos. De hecho, la mejor oportunidad para desnivelar el empate inicial fue para el Marítimo, ya que en el minuto 19 un lanzamiento desde fuera del área y en carrera de Djalma obligó al meta Guaita a realizar una brillante intervención para despejar el balón.

La respuesta del Valencia llegó a balón parado, en una falta directa del portugués Manuel Fernandes a la que Marcos también respondió con un despeje soberbio. Tras el dominio inicial del Valencia, el Marítimo, que reclamó un posible penalti sobre Olberdam antes de llegar a la media hora de juego, empezó a merodear la portería del joven Guaita. Antes, la lesión de Albiol obligó a Emery a recurrir a Albelda -inicialmente en el banquillo-, lo que supuso que Marchena pasase del centro del campo a la defensa. La indolencia del Valencia en ataque fue aprovechada por el Marítimo para adelantarse en el marcador e igualar la eliminatoria en una de sus aproximaciones al área rival. A cinco minutos del descanso, Marcinho elevaba el balón ante una precipitada salida de Guaita para establecer el 0-1 en el marcador.

El Marítimo, un duro escollo

Lejos de mejorar, en el inicio de la segunda parte el Valencia empeoró su juego. El Marítimo, muy bien plantado sobre el campo, impedía cualquier acercamiento local y esperaba una contra para volver a sorprender al equipo de Emery. Ante el negro panorama que se podía avecinar el técnico valencianista recurrió a los pesos pesados al dar entrada en el campo a David Villa y Juan Mata, y aunque el juego de los locales mejoró, serían otros dos jugadores los que serían los protagonistas del gol del empate. Un centro desde la derecha del portugués Manuel Fernandes fue rematado de cabeza por Asier del Horno cuando el lateral vasco estaba protagonizando un discreto encuentro.

El gol cambió el guión del partido. El Marítimo ya no estaba tan cerrado en su campo, lo que ayudó a que el Valencia se mostrase más suelto en ataque, si bien el cuadro portugués aún dio algún susto en la portería valencianista, aunque su falta de calidad y picardía le impidió llegar más lejos. Un penalti en el tiempo añadido permitió al Valencia hacerse con la victoria, ya que Villa no falló en su cita desde el punto de los once metros para dejar el marcador en el 2-1 definitivo.