El Mallorca se pone serio

Primeros contratiempos para el Racing. En lo que se había calificado como el arranque de la verdadera Liga para los locales, el conjunto cántabro se vino abajo cuando el Mallorca se puso serio. La producción ofensiva de ambos equipos partió de los desajustes que se perpetraron en la retaguardia, donde tanto Racing como Mallorca aparecieron como dos bloques muy inseguros.

Empezó algo nervioso el Racing, pero enseguida tomó el mando, animado por la propuesta gaseosa del Mallorca. Jurado quiso distribuir la pelota, pero la escasa movilidad de su equipo no le facilitó las cosas. El Racing tampoco es que tuviera mejor aspecto, pero al menos supo obtener alto rendimiento de las estrecheces del Mallorca en defensa. El equipo de Muñiz se encontró con el gol casi sin querer. Marcano remató de cabeza, de forma extraña, el saque de una falta, con la colaboración de los defensas, que le dejaron solo. El Mallorca no se enteró de lo que pasaba. Con Jurado haciendo las cosas por su cuenta, el conjunto balear terminó por quebrarse atrás, donde se empeñó en abrirle una autopista al contrario. Ahí apareció Tchité, que canalizó la senda del Racing en ataque. Mandó una ocasión al larguero y otra fuera apenas a 10 metros de la línea. Pedía la interrupción el Mallorca cuando el fútbol le arregló la tarde al equipo de Manzano. El Racing solicitó una falta en el centro del campo, pero el árbitro no lo vio así. Corrales agarró la pelota, recorrió todo el campo del rival y cedió a Varela, que concluyó en gol el primer acercamiento de su equipo.

El gol afectó al Racing, que se pasó la segunda parte más pendiente del árbitro que de lo que tenía enfrente. Y lo que se le vino encima fue un Mallorca mucho más espabilado, con la soltura que no había tenido antes. El Racing quiso copiar errores defensivos y le devolvió el favor al Mallorca. Aduriz y Webó avisaron un par de veces, antes de que el camerunés rematase solo un saque de esquina. Para cuando quiso reaccionar, el Racing ya no pudo.

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