Gay traslada la presión a Bolt
El estadounidense afirma que "mucha gente espera la medalla de oro" del jamaicano
El atleta estadounidense Tyson Gay, campeón mundial de 100 y 200 metros, ha trasladado la presión en el hectómetro olímpico al jamaicano Usain Bolt por su condición de plusmarquista mundial. Gay, que no correrá los 200 tras sufrir una lesión muscular en la pierna izquierda durante las series de las pruebas clasificatorias estadounidenses,ha asegurado que iba a estar en condiciones de luchar, no obstante, por el título olímpico. "Mucha gente tiene fe en mí y yo también la tengo", ha explicado. Con una mejor marca de 9.77, récord norteamericano, lograda en Eugene el 28 de junio, está a cinco centésimas del récord que logró Bolt el 31 de mayo en Nueva York y a tres de la anterior plusmarca universal del también jamaicano Asafa Powell.
Gay cree que Bolt estará sometido a mucha presión, porque todo el mundo en su país y fuera "espera que gane la medalla de oro" e incluso que Powell obtenga la plata. No obstante, el estadounidense, que ha puntualizado que no le importaba quien partía como favorito pero que "el que tiene el récord del mundo lo es", ha señalado que Bolt es una persona joven, alegre y lo puede llevar bien. Ha manifestado que Powell sigue siendo un corredor muy fuerte, que tendrá ganas de recuperar el récord mundial, ha negado que se desmorone en la gran competición, ha asegurado que respeta a los dos jamaicanos y ha reiterado que el hecho de que en Pekín 2008 corran tres atletas que han acreditado 9.7 y otros que estén muy cerca "es maravilloso" y, sobre la posibilidad de que se rebaje el récord mundial, ha comentado que "todo es posible".
De hecho, ha recordado que con viento ilegal él mismo y Obadele Thompson habían conseguido correr en tiempos inferiores. El estadounidense en 9.68 y el nigeriano en 9.69. Sabe, no obstante, que muchos hablarán de posibilidad de dopaje pero está tranquilo porque, por ejemplo, en Pekín ya ha pasado los correspondientes análisis de sangre y orina. Lo que tiene claro es que "el campeón olímpico debe estar limpio de drogas" y que no le preocupa tener que estar localizable. Ha reconocido que nada más lesionarse sintió un poco de "pánico" porque antes de Atenas ya sufrió otra lesión y le afectó un poco, pero que "poco a poco, al cabo de una semana, volvimos a los entrenamientos y volvió de nuevo la confianza".
El pupilo del ex velocista Jon Drummond, con el que trabaja la velocidad, y de Lance Braumann, con el que se insiste en el aspecto físico, ha admitido que el hecho de correr en el plano individual tan solo los 100 metros le viene bien en el aspecto de que no tiene tanta presión, nervios y le permite concentrarse en una sola prueba. En cuanto al relevo ha explicado que aún no lo había entrenado y que estaba a la espera de que el cuerpo técnico hiciera la primera designación. Preguntado sobre por qué en natación se rebajan constantemente los récords mundiales y por qué en atletismo cuesta más, ha indicado que en la piscina "la tecnología ha avanzado muchísimo en los últimos años", en tanto que en su deporte, pese a progresos en factores como las pistas, los tacos e incluso las zapatillas, son pequeños.
El norteamericano ha explicado que está viviendo en Pekín una de las mejores experiencias de su vida y que fue increíble estar en la ceremonia inaugural, sobre todo cuando la antorcha fue encendida pasada la media noche y ya era su cumpleaños. Ha apuntado que estará muy arropado por su familia, madre, padrastro y hermanos, porque ha dicho que él siempre estaba muy cerca de los seres queridos, de los que necesita todo su apoyo; y ha agregado que le sorprendió y le agradó mucho que una figura como el baloncestista de los Lakers Kobe Bryan le preguntara cómo iba de su lesión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.