Norman se sitúa en cabeza tras la tercera jornada

El golfista australiano Greg Norman lidera, tras la disputa de la tercera jornada, el Abierto Británico de Golf, por delante del irlandés Padraig Harrington, vigente campeón del torneo, que se situó a cuatro golpes del ''aussie'', y del coreano KJ Choi, que hoy perdió el liderato de la prueba y finalizó el día en tercera posición.

Entre los españoles, la actuación fue un tanto gris, ya que ni Sergio García ni Pablo Larrazábal tuvieron su mejor día. La jornada que se vivió hoy en la hierba del ''Royal Birkdale'' estuvo marcada por el fuerte viento que condicionó la prueba -con ráfagas de 80 km/hora-, ya que durante varias ocasiones estuvo a punto de suspenderse, pero al final, logró terminarse.

La noticia de la jornada la protagonizó el veterano golfista Greg Norman. El australiano, que estuvo 331 semanas como líder mundial antes de la llegada de Tiger Woods, ya pisó los talones en el día de ayer al jugador coreano Choi, que lideraba la prueba con una tarjeta de 139 golpes, y hoy le arrebató al asiático la primera posición de la tabla tras firmar un recorrido tres ''birdies'' (8,14 y 17), tres ''bogeys'' (1,3 y 6) y un doble ''bogey'' (10).

Con esta tarjeta, el oceánico de 53 años de edad, se colocó en la primera posición de la clasificación con un total de 212 golpes (70-70-72), gracias a la regularidad con la que ha jugado durante estos tres primeros días.

Norman aventaja en dos golpes a Harrington (214), que hoy firmó una vuelta de dos sobre el par (72), y a KJ Choi, que no tuvo un buen día (75), ya que perdió el liderato y la segunda posición del torneo (214).

A un golpe del coreano se situó el británico Simon Wakefield, que firmó un honroso ''70'' a pesar de las condiciones climatológicas extremas que hubo sobre la hierba británica, al igual que Ben Curtis, que cerró la jornada con 217 golpes en su tarjeta, lo que le sirvió para situarse en la quinta posición de la general, empatado con el británico Ross Fisher, el estadounidense Anthony Kim y el sueco Alexander Noren.

Por su parte, y debido al clima, multitud de favoritos han tenido que decir adiós a sus opciones para llevarse el título final. Por ejemplo, el número dos mundial, Phil Mickelson, y el sudafricano Ernie Els se sitúan en la posición 48, a 11 golpes del líder, por lo que su posible candidatura a llevarse el triunfo parece imposible.

Mala jornada para los españoles

Asimismo, la jornada deparó una actuación un tanto gris para la representación española en el ''Royal Birkdale'' de Southport. El máximo favorito de los nacionales, el castellano Sergio García, no tuvo un buen día y acabó la jornada con 74 golpes en su tarjeta, uno más que ayer y dos más que el jueves (72-73-74).

García, que el año pasado finalizó en la segunda posición, se situó en el puesto número 15 de la tabla del Abierto Británico con 219 golpes, uno más que Stenson, Storm, Poulter y Rocco Mediate, que suman 218, y empatado a golpes con el estadounidense Jim Furyk (219).

Por otro lado, el catalán Pablo Larrazábal, que en el día de hoy se colocó en la posición número 35, firmó en el día de hoy una tarjeta de 73 golpes, tres sobre el par, lo que le hace sumar un total de 219 impactos sobre el ''green'' de Southport.

Segio García: "Estoy muy decepcionado".

El golfista español Sergio García se mostró "muy decepcionado" tras "luchar duramente" contra las ráfagas de viento de hasta 72 kilómetros por hora, que condicionaron la tercera jornada del Abierto Británico de Golf que se disputa en el circuito de Royal Birkdale.

"Estoy muy decepcionado porque luché muchó, pero no me sirvió de nada. Era muy difícil patear con las bolas tambaleándose en los ''greens''", señaló el castellonense.

A pesar de que los organizadores del Abierto no suspendieran la jornada por las difíciles condiciones de juego, García aplaudió la decisión de adelantar los primeros golpes de cada hoyo (''tees'') para limitar los perjuicios.

"Eso fue de gran ayuda, porque si hubiésemos jugado desde el fondo, no creo que hubiéramos alcanzado ninguno de los ''greens''. Fue una medida inteligente", afirmó el número siete del mundo.