La moción de censura contra Laporta se pone en marcha
El socio Oriol Giralt ha acudido a las oficinas del club para notificar el inicio de la moción y solicitar las papeletas
La moción de censura promovida por un grupo de socios descontentos con la gestión del presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, se ha puesto en marcha esta mañana con la presentación del escrito en el que se comunica a la entidad la intención de llevar a cabo esta iniciativa y los motivos que la justifican. El abogado Oriol Giralt, portavoz de este grupo, acudió hoy a las oficinas del club para notificar el inicio de la moción y solicitar las papeletas que el Barça tendrá que poner a su disposición para recabar las firmas necesarias para que el proceso siga adelante.
Giralt, el primero que pidió ante el Tribunal Catalán del Deporte (TCE) la inhabilitación de Laporta por no convocar elecciones en el tiempo y forma que señalaban los estatutos, se personó en las oficinas del club a las diez en punto de la mañana, acompañado de otros dos socios: Christian Castellví, quien también aparece como firmante, y Nicolás Marín, protagonista de otra demanda contra Laporta ante el TCE por el mismo motivo. En su escrito, Giralt y su grupo -sustentado por "centenares de socios inmensamente cabreados" y no "dos amigos de taberna", dijo- resumen en nueve puntos lo que califican como "la nefasta" gestión de Joan Laporta en estos seis años de mandato.
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Los motivos para promover el voto de censura contra el presidente del FC Barcelona y toda su junta directiva son, entre otros, la negligencia en la gestión deportiva del primer equipo de fútbol y de las secciones profesionales; la venta de patrimonio (como parte de los terrenos de Can Rigalt o el proyecto inmobiliario del Miniestadi); la inserción de publicidad en la camiseta con coste económico (Unicef) sin el permiso de los socios o la judicialización de la vida del club (convocatoria de las elecciones por un juez). El escrito también censura las actuaciones de Laporta (incidentes con ex empleados, socios o miembros de seguridad del aeropuerto) supuestamente atentatorias contra la dignidad y el honor del FC Barcelona, los gastos de viajes, coche oficial y seguridad privada no contabilizadas en los ejercicio económico de la entidad; el engaño a los socios respecto a la pertenencia de su cuñado a la Fundación Francisco Franco o la asignación de entradas para compromisos del club en los partidos importantes, con menosprecio absoluto al derecho de los socios.
Cinco días
Ahora, la junta directiva del FC Barcelona tiene cinco días para entregar a Giralt y a su grupo las papeletas que le permitan recabar las firmas necesarias para que la moción siga adelante. En concreto se necesita la adhesión del cinco por ciento del censo electoral, es decir, de la masa social del club que tiene derecho a voto (socios mayores de edad, con al menos un año de antigüedad y que no tengan suspendida tal condición). Giralt calcula que serán necesarias más de 5.000 firmas, por lo que la entidad azulgrana está obligada a facilitarle el doble de papeletas. Desde el momento que tengan los impresos en su poder, este grupo de socios contrarios a la gestión de Laporta tendrá catorce días hábiles para lograrlas. Si alcanzan las firmas de apoyo necesarias, arrancaría la recta final del proceso con la presentación de un escrito formal de moción de censura y la constitución de la mesa del voto de censura, que estaría integrada por Giralt y el otro socio firmante, Castellví, dos directivos de la junta del Barça y un quinto miembro que sería designado por la federación catalana de fútbol.
Si todo el proceso sigue normalmente su curso, quince o veinte días después (aproximadamente a finales de junio) se celebraría el referéndum sobre la continuidad de Laporta y su equipo directivo. Para que el voto de censura prosperase, Giralt y su grupo debería lograr dos tercios de los votos y que los mismos, además, representasen al menos el diez por ciento del censo. Oriol Giralt ve "posibilidades reales" de que su iniciativa prospere, aunque ha advertido que las fechas en las que se celebrará todo el proceso, con la temporada finalizada, obligará a su grupo a "un esfuerzo cuerpo a cuerpo" para recabar las firmas necesarias. El portavoz de este grupo opositor ha subrayado que esta iniciativa no es fruto de la frustración "por la eliminación en Manchester o el 4-1 del Bernabéu", sino que se trata de una moción de censura "muy estudiada" que ya estaba "preparada desde hace tiempo" y programada para ejecutarse a final de temporada. Giralt, quien ha negado que su deseo sea entrar, en un futuro, en la junta directiva del Barça gracias a la publicidad que le dará este proceso, ha justificado la necesidad del mismo en "la situación catastrófica en la que se encuentra el club", al que ha comparado con la que ya vivió la entidad "en la última época de Joan Gaspart".
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