El Deportivo respira aire fresco
El Levante se hunde aún más
Otro partido a cara de perro. Medían sus fuerzas los dos últimos clasificados. Necesitados de alguna buena noticia para cerrar el año. La hubo. Hubo tres puntos para el cuadro coruñés, a un punto de la salvación y a 10 puntos ya del Levante, colista, que enfila el camino del descenso. El triunfo de los de Lotina, que recuperan algo de oxígeno, fue inmerecido. Pero la buena fortuna hace tiempo que abandonó a los granota.
El partido, aburrido desde el inicio, dio muestras de un crudo conservadurismo en el primer tiempo. El balón fue para los visitantes. No así las oportunidades más claras, que fueron para Riganò. Sergio conducía el juego rival, que apenas tuvo un par de ocasiones en los pies de Rubén Castro y Guardado, autores de sendos lanzamientos lejanos. El Levante se conformaba con pelotazos largos que cazaba Riga sin demasiado peligro para Munúa. Javi Fuego hizo amagos de querer llevar el peso del encuentro. Y lo intentó, sin suerte, hasta que se rompió en el minuto 35. A partir de entonces, el balón dejó de rodar por la medular. Buscaba las bandas. Y Juanma, el más activo de los locales, lo buscaba a él.
Ambos equipos cometieron demasiados errores en el juego de creación. Y trataron de enmendarlos tras el descanso. El marcador pudo variar hasta en tres ocasiones en menos de diez minutos con los lanzamientos de Viqueira y Riga primero y el de Cristian, tras una buena acción de Lafita, después. Pero el gol llegó de la forma menos deseada. Serrano forzó un penalti. Fue una mano tonta. El jugador advirtió el error. Y se derrumbó. Quedó tumbado en el punto de penalti. Sus compañeros tuvieron que levantarlo para que Sergio enterrara, desde los 11 metros, toda esperanza. El Deportivo respira aire fresco.
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