El Celta sigue en crisis

El Celta de Vigo continúa con su crisis de resultados en casa al ceder un nuevo empate (1-1), en este caso ante el Villarreal, en un choque en el que los gallegos, que se adelantaron en el marcador a los diecisiete minutos, desperdiciaron numerosas y claras ocasiones para sentenciar.

En la primera mitad los celestes llevaron la iniciativa del juego, al que le imprimieron ritmo y velocidad, y gozaron de las mejores ocasiones de gol con un fútbol rápido, fluido y muy abierto a las bandas, especialmente por la derecha a la que regresaban Ángel y el argentino Gustavo López.

Desde ahí llegaron las mejores oportunidades locales y el gol de Baiano en el minuto diecisiete al rematar de cabeza y a placer, libre de toda marca, un centro salido de las botas de Gustavo López. Se animó por necesidad un Villarreal con una propuesta mucho más vertical, sin que ello se tradujese en ninguna ocasión de gol en la primera parte, en la que su estrella el argentino Juan Román Riquelme, bien tapado, no lució en todo su esplendor.

Mucho más cerca, sin embargo, estuvo el 2-0 en un incomprensible fallo de Nené al enviar fuera un balón que se paseó por la línea de gol y que sólo tenía que empujar tras el remate en semifallo de Canobbio a centro de Ángel desde banda derecha. Pero el Celta perdonó lo que podría haber sido la sentencia del encuentro dejando a flote al "submarino amarillo" que conseguía irse al vestuario tocado pero no hundido y con toda la segunda parte para darle la vuelta al choque, como así fue. La reanudación del encuentro se inició, sin embargo, con un nuevo aviso del Celta en las botas de un activo Baiano, que tras zafarse de su marcador colocó la pelota un pelín escorada mandándola fuera al minuto de juego.

Pero ahora sí respondió el Villarreal con la mejor, por no decir única hasta el momento, oportunidad gol en un fortísimo disparo de Forlán que mandó al palo, cuyo rechace lo envió Arrabuarrena fuera. Arrancaba así una segunda parte mucho más intensa, sobre todo, por parte de los amarillos que se adelantaron líneas achicando el terreno a un Celta, que pese a todo, se encontraba cómodo jugando al contragolpe. El encuentro se convirtió por momentos en un partido de ida y vuelta con constantes cambios en el control de la pelota. Avisó Iriney en el sesenta y sólo cinco más tarde llegó el gol del empate del Villarreal en un fortísimo disparo desde fuera del área de Forlán que dejó frío a jugadores y público. Por delante veinticinco minutos y un nuevo escenario mucho más proclive para un Villarreal espoleado por la igualada y decidido ahora a buscar la que sería su primera victoria en Balaídos, donde no han ganado nunca, y la número cien en toda su historia en la Primera División.

Se movieron entonces los banquillos. Pellegrini introdujo a Somoza y Javi Venta por Tacchinardi y Josemi, mientras que Fernando Vázquez renovaba las bandas metiendo a Jonthan Aspas y Núñez por Gustavo López y Nené, respectivamente. En el ochenta y uno por milímetros se le escapó, otra vez, a Baiano el gol en un disparo colocado y uno más tarde Forlán mandó su remate al exterior de la red.

Baiano dispuso de una tercera oportunidad que nuevamente se le fue por milímetros. Segundos después era sustituido por Perera, un cambio que no gustó nada al celtismo, que contestó la decisión con gritos de "fuera, fuera", dedicados al técnico Fernando Vázquez, los mismo con los que sería despedido el técnico al término del encuentro.