Goleada y líderes

Los de Juande Ramos pasaron por encima de un rival que aún no ha puntuado en la fase de grupos y en el que destacó el español Diego León

El Sevilla afrontaba el encuentro más asequible a priori del grupo. El equipo suizo había perdido los dos encuentros disputados, encajando 9 goles y anotando sólo 3. Chevantón comenzó como titular, una buena oportunidad para que comenzara a demostrar las cualidades que el uruguayo atesora y que hasta el momento las lesiones no le habían permitido. El resto del equipo demostraba que Juande no se confiaba.

El Sevilla quería terminar lo antes posible con el trámite. El partido que decidiría los puestos de arriba llegará dentro de dos semanas, ante el AZ Alkmaar de Van Gaal. Precisamente Chevantón fue el primero en avisar al Grashoppers, con un disparo que se estrelló en el cuerpo de Coltorti. El ex del Mónaco se estaba aún metiendo en el partido y la inactividad le jugó una mala pasada. En cuanto superó el susto se convirtió en uno de los más activos de su equipo. Habían pasado tres minutos, y nueve después llegó el gol sevillista. Tras un ataque de los de acoso y derribo, que sólo terminan cuando el balón entra en la portería rival, Alves entra en el área y su disparo no puede desviarlo un Coltorti que comenzaba a olerse lo que se avecinaba.

Los locales, entrenados por Krassimir Balakov, el que fuera jugador del Sporting de Lisboa, y luego del Sttutgart, intentaban reaccionar canalizando su juego a través de dos de los brasileños del equipo, y de Diego León, español formado en la cantera del Real Madrid, y que emigró al fútbol germano (Arminia Bielefeld) en 2004, para arribar esta temporada en el conjunto helvético. Como era de esperar, la reacción por mucho que se buscara no era fácil de conseguir.

Estaba más cercano el segundo de los de Juande, que pudo llegar si el árbitro hubiera pitado un penalti clarísimo sobre Chevantón. Los ataques suizos sólo llevaban peligro cuando conseguían salir con rapidez, algo que era posible gracias al sistema ofensivo que había puesto sobre el campo Juande Ramos, pero aún así no pasaban de tímidos avisos. Cada llegada del Sevilla al área rival era una tortura, y Coltorti hacía ya suficiente logrando mantener su meta a cero.

A rematar la faena

El Sevilla comenzó la segunda parte del mismo modo que la primera, aunque alternando los factores. Primero llegó el gol, obra de Daniel Alves, que estaba en todo, y casi todo lo hacía bien. Y luego llegó la ocasión de Chevantón, en la que el uruguayo estrelló el balón en el cuerpo del guardameta, con la diferencia de que esta vez conectó el rechace, y con suerte superó a un Coltorti que ya no daba para más. Juande decidió que era un buen momento para empezar a dar descanso, y entraron Kepa y martí por Luis Fabiano y Renato.

Faltaban 25 minutos para llegar al final, y los sevillistas sufrieron una más que lógica relajación. No son máquinas. El rival aprovechó para acercarse al marco español, pero entonces apareció el que faltaba, Palop, primero atajando un buen disparo lejano de Diego León, y luego con un paradón a un remate de cabeza de Sutter.

Durante los últimos diez minutos de partido el balón vivía la mayor parte del tiempo en campo sevillista, incluso Palop tuvo que intervenir de nuevo ante un tiro de Diego León, el mejor con diferencia de los suizos. Pero fue el conjunto hispalense el que de nuevo se encontró con el gol. Entre Chevantón y Kepa, los dos jugadores que más ansias de minutos tenían de los que estaban en el campo, hicieron el lío a la defensa contraria y fue el sevillano quien remató a la red un preciso centro de su compañero.

Todo estaba decidido. Ahora el Sevilla tendrá que ganarse el primer puesto en el AZ, en casa, y teniendo en cuenta que el empate vale. Para este Sevilla, pan comido.