El Mallorca hace campeón al Barça
El cuadro de Manzano derrota a un pésimo Valencia y los azulgrana ganan la Liga antes de concluir su choque en Vigo
En un partido crispado, atrapado por los nervios de final de temporada, el Mallorca jugó con convicción y energía para asegurarse prácticamente la permanencia. En una magnífica recta final de campeonato, el combinado de Gregorio Manzano también desplumó ayer a un pésimo Valencia que venía crecido después de cinco victorias consecutivas. La distancia que separa, en tan sólo tres días, al Valencia que el domingo arrolló al Alavés con el de anoche es sencillamente incomprensible. Ante el cuadro vitoriano, el Valencia fue excelente en todas sus líneas, refrendando un mes insuperable en el que parecía que se le quedaba corta la Liga. Ante el Mallorca, el equipo de Quique estuvo mal con el balón y sin él, atrás y adelante, a un lado y a otro. Como distraído por la inoportuna destitución de su director deportivo, Javier Subirats, el Valencia entró en Son Moix con la mirada perdida. Sin la tensión que le caracteriza. Y así siguió toda la noche.
Más cargado de adrenalina, el Mallorca se impuso en los uno contra uno para acumular media docena de llegadas clarísimas de las que sólo aprovechó una. Una en la que sonrojó a la afamada defensa valencianista. Entró hasta la misma cocina de Cañizares y se sirvió el plato del gol de Arango, tras un pase de Doni a Víctor y otro de éste al venezolano. Todo dentro del área valencianista, que se había tomado la tarde libre. Sobre todo Marchena, titular en las dos últimas jornadas por la lesión de Albelda, que ha desplazado a Albiol al centro del campo. Cuestionado todo el curso por su propio entrenador, Marchena le dio demasiados metros a Víctor, que le entregó el gol a Arango. Cañizares, que quiere ganar su quinto Zamora, no daba crédito. Se mostró enfurecido. Le atacaron por todos lados y casi siempre le dispararon con ventaja respecto al defensor de turno.
El Valencia estuvo incómodo desde el minuto uno. Sin oler la pelota. Sobre todo porque sus dos hombres más creativos, Baraja y Aimar, se sintieron inferiores, superados físicamente por sus rivales. Y porque Albiol tampoco marcó la línea en el centro del campo. En estas circunstancias desesperadas, al Valencia le queda Angulo, que aprovecha los finales de curso para aprobar todas las asignaturas suspendidas durante los trimestres. Ayer se empeñó en empatar el encuentro. Arrancó la jugada en el centro del campo. Combinó con Miguel, envió largo a Villa y acudió al borde del área. Entretanto, el goleador español ya se había deshecho de Maciel —le acusaron de ayudarse de la mano— y había enviado el balón atrás. Justo donde estaba Angulo, que colocó la pelota a un palo con mucha facilidad. Su sexto tanto en la Liga.
El Valencia comenzó la segunda parte como había terminado la primera: de vacaciones. En la salida de su área tras haber despejado un córner, Moretti se quedó varios metros rezagados. Varios metros mortales para su equipo. Pues el globo que envió Cortés desde el centro del campo le llegó a Doni, que se había quedado sin oponentes al borde del área y con un aliado: Nunes, éste sí en fuera de juego. No así Doni, que empalmó a gol sin dejar caer el balón. La superioridad del Mallorca se hizo efectiva con este segundo tanto.
Quique penalizó a su central Marchena y lo envió muy pronto a la ducha. No hay ninguna duda de que el titular para Quique es Albiol y no Marchena, que, sin embargo, sí parece entrar en los planes de Luis Aragonés para el Mundial de Alemania. Entró Edu y se retrasó Albiol. La inclusión del centrocampista brasileño mejoró inmediatamente el trato valencianista con el balón. El Mallorca apretó los dientes y cerró filas, sin permiso por parte de su entrenador ni para conceder un solo disparo. Al cuadro de Manzano le interesaba que se jugara poco y eso fue lo que sucedió. Entre faltas, piscinazos, pitos y flautas, la segunda parte trascurrió raquítica. Prácticamente nula. A pesar de que Quique movió el árbol tratando de que pasara algo. Mista entró por Aimar, Angulo se movió a su antojo por toda la delantera, Regueiro regresó a su antigua posición de interior izquierdo... Triunfó el Mallorca. Triunfó Manzano en su regreso a la isla donde conquistó la Copa del Rey.
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