Soluciones Ronaldinho
Dos goles del brasileño en momentos clave frente al Udinese encarrilan la victoria de un discreto Barcelona
Volvía el Barcelona a la Liga de Campeones y lo hacía con los protagonistas de la polémica de las rotaciones como titulares. Comparecían en el Camp Nou Ronaldinho y Deco tras su ausencia en Sevilla y para los restos quedará que fueron ellos los que solucionaron el partido para un Barcelona que no jugó bien, que cedió mucho campo al Udinese y que se encomendó en los momentos clave a su franquicia más provechosa: Soluciones Ronaldinho.
Tiene Ronaldinho, aparte de su indudable talento futbolístico, la capacidad para saber en qué partidos debe aparecer y en cuantos se puede perder en sus laberintos. Una cualidad que se convierte en virtud para el Barcelona cuando sucede lo primero, pero que no deja de ser un tormento para el equipo azulgrana cuando ocurre lo segundo. Ya la temporada pasada pecó de ello en demasiados encuentros y en el comienzo de ésta la cosa había adquirido tintes preocupantes.
El forzado descanso al que se vio sometido el pasado fin de semana por parte de Frank Rijkaard invitaba a todos los que se acercaron al Camp Nou a barruntar que frente al Udinese iba a comparecer el brasileño bueno, el del saludo surfero, el de los controles de fantasía, el del cambio de ritmo endiablado. Y los 70.000 fieles que se dieron cita en el coliseo blaugrana no se equivocaron.
Primero fue en una falta al borde del área. Ronaldinho mimó el balón, lo colocó en el césped y lo puso en la escuadra. Su carrera de celebración fue de traca, culminada con un paseíllo junto al banderín del córner para que le rodearan los fotógrafos, para que todos vieran su cara de triunfador en la primera de los periódicos. Había servido ese gol (minuto 12), además, para maquillar el flojo arranque azulgrana, el mal comienzo de un Barça que ya no achica atrás ni empuja adelante salvo por un Messi efervescente, aunque algo ansioso por agradar.
Reivindicaciones
Ese inicio fue el que llevó al Udinese a crecerse y a creerse que podía sacar beneficios de la cita. Aun sin su gran figura, el apartado Iaquinta, los de Udine se subieron a las barbas azulgrana con apenas tres contras. En una de ellas acertó Valdés a desviar a córner un durísimo disparo de Zenoni. El saque de esquina ya no tuvo remedio. Un agujero en la zona de Belletti permitió a Felipe empatar para los italianos.
La contrariedad provocó la reacción de Ronaldinho, que no del Barça. Un robo de balón de Messi ante la nefasta defensa italiana permitió la arrancada de Eto'o. Desde la línea de fondo, el camerunés la puso en el punto de penalti para el toque sutil del brasileño y para una nueva ronda de flashses. Otra oportunidad para el desagravio, similar a la que gozó Deco (el otro de las rotaciones) al filo del descanso. El portugués, con un lanzamiento que se comió el portero italiano, puso el 3-1 en el marcador y dejó la segunda parte (penalti provocado y gol de Ronaldinho incluidos) a título de inventario. Todas las reivindicaciones ya estaban hechas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.