El Mallorca sigue hundiéndose

El Zaragoza dejó al Mallorca a un paso de la Segunda División al derrotarlo por 0-2 en Son Moix, en un partido que decidieron el brasileño Savio Bortolini y David Villa, con dos espléndidos goles, en la segunda parte. Con la entrada más floja de la temporada, un público desencantado y un equipo sin alma, el Mallorca ve cada vez más cerca el "infierno" del descenso. Y aunque las matemáticas todavía le conceden alguna opción, todo parece visto para sentencia.

El Zaragoza debe haber jugado en Son Moix una de las primeras partes más plácidas de la Liga. Con un rival sin chispa ni garra en ataque, los jugadores de Víctor Muñoz movieron el balón a su antojo, y aunque no crearon grandes ocasiones, tampoco su portería sufrió en exceso, con excepción de un cabezazo al larguero de Jorge López (min. 15). Por la desidia y falta de profundidad del juego "rojillo" no dio la impresión de que en el partido se estaba dilucidando, prácticamente, una categoría.

El Mallorca, con el agua al cuello desde hace muchas jornadas, necesita sumar puntos de forma urgente para evitar el descenso. Pero, lejos de poner toda la carne en el asador, como le exigen a gritos sus hinchas más incondicionales, el equipo está sumido en una crisis de identidad, que desconcierta hasta a su propio entrenador, Héctor Cúper. Arriba, Luis García y el uruguayo Petete Correa no reciben balones en condiciones; en la zona ancha, Pereyra y Farinós se pierden en el bosque de piernas rivales, y atrás, el uruguayo De los Santos tiene que ejercer de central cuando sus funciones son otras.

El Zaragoza, quizá, pecó de excesivo respeto por el Mallorca al dejar a su goleador David Villa en el banquillo y situar a Galleti como único hombre en punta, con un centro del campo muy reforzado con Cani, Movilla, Generelo, Zapater y Savio. Los maños tuvieron una tarde tranquila y pudieron marcar por intermedio de Galleti (min. 5) y Generelo (min. 32). Parecía que el empate era un resultado que dejaba satisfecho a los hombres de Víctor Muñoz y tampoco forzaron la máquina en exceso.

El Mallorca afrontó la segunda parte con el japonés Yoshito Okubo por "Petete" Correa con el objetivo de "revolucionar" un ataque dormido, pero muy pronto (min. 56) el gol de Savio dio un giro radical al partido. Okubo había logrado crear un par de ocasiones, hasta que Galleti corrió con fe por un balón que parecía perdido, centró y Savio no perdonó. Con el marcador en contra y las gradas protestando todos los errores, el Mallorca pasó por momentos críticos. Los gritos de "fuera", "fuera" exasperaron aún más a los jugadores, que asisten impotentes a la caída libre hacia la Segunda. El Zaragoza se limitó a cuidar el balón y a buscar un contragolpe que sentenciara de forma definitiva el encuentro, como ocurrió a cuatro minutos del final, cuando David Villa enfiló un potente remate para batir a Moyá. Todo ello, con un Mallorca hundido y al que sólo un auténtico milagro salvaría del descenso en las próximas siete jornadas.