Iverson trunca la racha de tres triunfos consecutivos del Oeste

El base de los Sixers de Filadelfia, Allen Iverson, y el alero de los Pacers Jermaine O'Neal se bastaron para que la Conferencia Este truncara (125-115) la racha de tres triunfos consecutivos del Oeste en la 54 edición del Partido de las Estrellas del fin de semana del All Star de la NBA, disputado en el Pepsi Center de Denver.

Iverson sucedió, además, en el palmarés del MVP al pívot Shaquille O'Neal en un encuentro en el que la teatralidad de Shaq, las jugadas espectaculares y la ausencia del trabajo defensivo fueron los apuntes más destacados.

Presumido, altanero, juguetón y vociferente, O'Neal dio al Partido de las Estrellas de la NBA una dosis enorme de personalidad. Por segundo año consecutivo, O'Neal provocó la carcajada y el aplauso en la grada del All Star Game, aunque se quedó sin el premio de Jugador Más Valioso.

Incluso, O'Neal bailó cuando fue presentado, posó antes de fallar un tiro libre y jugueteó con los cantantes de rap y de hip-hop que ocuparon los asientos de primera fila ubicados frente al banquillo de la Conferencia Este.

El ex pívot de los Lakers, quien disputaba su duodécimo partido en el All Star, amplio su repertorio mostrando su teléfono con forma de zapato de la talla 22 (americana), cuyo mecanismo se encuentra en el interior del zapato y que tiene una antena que sobresale cerca de los dedos de los pies, que llevó a su casillero antes del partido.

"Es enorme, uno puede llevarlo adonde sea y hace que la gente te vea, y evitas a los ladrones, si les pateas (el trasero) con ese teléfono zapato de Shaq", dijo O'Neal.

Pese a la derrota del Oeste, fue una noche inolvidable para el alero argentino Emmanuel Ginóbili, quien jugó 22 minutos en los que encestó tres de los seis tiros de campo intentados y dos tiros libres, con lo que sumó ocho puntos, tres rebotes y una asistencia.

Ginóbili fue el segundo jugador latino que disputa un Partido de las Estrellas, tras el panameño Rolando Blackman, ex jugador del Dallas Mavericks, en 1985, 1987 y 1990. Por contra, Kobe Bryant, quien terminó con los mejores números y fue el jugador más intenso en la cancha durante el cuarto período, pero fue el único jugador abucheado durante la presentación debido a la acusación por violación -antes de que fueran retiradas las acusaciones en septiembre pasado- en Colorado de hace un par de años.

Pese a despertarse mareado y débil, síntomas clásicos de la altitud debido a la ligereza del aire de Denver, Allen Iverson levantó varias horas más tarde el Trofeo de Jugador Más Valioso en el Partido de las Estrellas.

La Respuesta, como apodan a Iverson, demostró que puede ser eso para el equipo de estrellas de la Conferencia del Este, al encestar 15 puntos, repartir 10 asistencias y robar cinco balones. Iverson fue elegido MVP en los dos últimos triunfos de la Conferencia del Este: en 2005 y en 2001. "Dije en el descanso que mis compañeros iban a bromear conmigo porque nunca me canso, pero me sentí cansado hoy", indicó Iverson.

A diferencia de sus partidos con los 76ers, Iverson no tuvo que asumir el liderazgo en el lanzamiento. No tuvo necesidad de encestar 60 puntos como lo hizo en esta temporada, sino jugar un poco a la defensiva, lanzar algunos tiros y distribuir el balón.