Un Betis con viento a favor

Assunçao con fortuna, Puñal en propia puerta y Oliveira en plan crack. Tres fogonazos de un buen Betis terminaron con un partido que se inició con aplausos a Osasuna y terminó en ovación cerrada para los verdiblancos. Con la inercia positiva y la convicción de saberse uno de los grandes de la Liga, el Betis sumó tres puntos y apunta a un final de temporada en el que habrá que tenerle muy en cuenta.

Respiraba festivo el Manuel Ruiz de Lopera antes del partido. Por el rival, verdugo copero del eterno y local enemigo, y por el equipo propio, que crece cada jornada un poquito más. Viento a favor para los verdiblancos, que recibieron a Osasuna con una ovación que ya la quisiera para sí Denilson, convocado de nuevo después de seis meses.

Viento a favor es el que permite al Betis que sin dar mucho de lo que tiene pueda adelantarse en el marcador con un tiro de Assunçao que se come el portero. Viento a favor es el que permite contemporizar a un buen Osasuna que se cuela por todos los costados. Viento a favor es el que permite al Betis neutralizar el empate de Valdo con un gol en propia puerta de Puñal. Viento a favor el del Betis.

Con semejante factor metido en el vestuario, tampoco hay que arreglar muchas cosas, ni siquiera cambiarlas. El Betis compareció en el césped tras el descanso firme en sus convicciones y en su condición de equipo que se sabe fuerte, que va a más. Así las cosas, Osasuna se fue cayendo poco a poco, intentando arañar, pero quedándose en apenas rasguños. Lo único que podía perturbar al Betis era su propia caída, el tropezón que sigue siempre a la condición de creerse superior. Pero la inercia del viento a favor es continua y, justo en el momento en que Osasuna podía poner picante al partido, el gran Oliveira se escapó para finiquitar el partido y mandar a los de Aguirre a Pamplona sin tres puntos y con viento fresco.