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Crónica:Liga de Campeones
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Real Madrid, en octavos de final (0-3)

Ronaldo ha sido el artífice de la victoria de su equipo ante la Roma

El Real Madrid cumplió su objetivo de ganar en Roma y estará en los octavos de final de la Liga de Campeones, pero gracias a Ronaldo. El brasileño fue el verdadero, y casi único, artífice de que su equipo ganara un esperpento de partido, que hubiera hecho las delicias de Valle Inclán y los personajes que salieron de su brillante imaginación. La imagen que paseó el Madrid por el Olímpico no ayuda a que aumente su cotización entre los favoritos al título y sólo deja dudas, las mismas que arrastra durante toda la temporada. Con encuentros como éste uno ya no sabe si pensar que el ciclo se ha acabado de verdad, si continúa o si empieza otro.

Si al Real Madrid le cuesta un mundo meterse en un encuentro nornal, es decir, con público, cuando no hay nadie en las gradas los jugadores de García Remón parecen más fuera del estadio que los aficionados. Repitieron hasta el aburrimiento que contra la Roma se jugaban la temporada, que era el partido más importante del año y tópicos semejantes, a cual menos original. Pero llegó la hora del encuentro y volvieron a jugar andando, como si estuvieran en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Pero lo que había en juego era algo más que decidir quién pagaba el aperitivo después de las pachangas. Pero la suerte del Madrid es que enfrente tuvo un conjunto menor, un sucedáneo de la Roma, con suplentes de los suplentes. Si alguien pensaba que era imposibe encontrar un equipo que jugara a un ritmo menor que el Madrid la respuesta la encontró en el Olímpico. Pese a ello, la Roma se acercó más veces a Casillas que el Madrid a Pelizzoli.

El Madrid salió con la luces apagadas, aunque algunas parecen más bien fundidas, y sólo Ronaldo se atrevió a parecerse a sí mismo. Apenas fueron unos segundos, los suficientes para deshacer la defensa de la Roma y marcar. Como si ya lo tuviera todo hecho, el Madrid se replegó y dio el balón a la Roma, confiados en que la incapacidad de los italianos para manejar el balón no haría peligrar el resultado. Era sólo el minuto 9 y lo que se vio hasta el descanso fue un esperpento de encuentro, algo que pareció salido del Callejón del gato, una deformación de la realidad.

Segunda parte

El encuentro discurrió por el guión que se comenzó a escribir en la primera parte, sin sobresaltos, sin fútbol, sin tensión, sin nada. Parecía que sólo Ronaldo tenía interés por jugar. Quizá por su sentido lúdico de la vida, porque ha nacido para divertirse, porque disfruta con su trabajo o, simplemente, por profesionalidad. Por eso sorprendió a todos cuando recibió el balón en la zona de medios y empezó un esprint que le llevó, después de evitar a cuantos contrarios que le salieron al paso, hasta el área de la Roma, donde fue derribado por Dellas. El penalti lo transformó Figo, que se redimió del error cometido contra el Leverkusen. Y como uno nunca sabe lo que pasa por la cabeza de los futbolistas, el segundo tanto del Madrid, lejos de acabar con el poco ritmo que tenía el choque, despertó a la Roma, que puso el interés que no había puesto hasta entonces. Tanto se desperezó que Corvia llegó a marcar, pero en posición ilegal. Al gol anulado respondió Figo con otro legal que sentenció el partido, si es que no lo estaba desde el minuto 9. Sin tiempo para que lo celebrase, García Remón sustituyó al portugués por Pavón. Se supone que para aguantar el resultado.

Ronaldo lucha por el balón con el jugador del Roma Philippe Mexes.
Ronaldo lucha por el balón con el jugador del Roma Philippe Mexes.EFE

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