El Sevilla sobrevive al 'general invierno'

Un gol del delantero brasileño Julio Baptista ha permitido al Sevilla salvar los muebles en San Petersburgo, cercados por la nieve y a siete grados bajo cero. El empate (1-1) de esta noche ante el equipo ruso Zenit le afianza en los puestos de cabeza del grupo H de la Copa de la UEFA, con medio cuerpo ya en la eliminatoria de dieciseisavos de final.

Con casi un millar de seguidores en el estadio Petrovsky —los otros 20.000 eran aficionados rusos—, ateridos pese a la bufanda que les regaló el club andaluz, el Sevilla se ha enfrentado a un equipo duro de roer en un campo con las pistas de atletismo que lo rodean llenas de nieve. Y helados han salido los jugadores sevillistas, que han tardado más de media hora en desentumecerse. Eso sí, entre tanto han contemporizado con presteza y hasta pudieron marcar merced a un saque de banda de Javi Navarro que Baptista lanzó al palo.

Con el partido bajo control y el frío en los huesos, el Sevilla encajó el gol. En el minuto 34, un fogonazo del equipo ruso tras un rechace en la defensa andaluza dejó el balón en la red, el mérito final de Arshavin. Y cinco minutos después a punto estuvo Radimov de meter el segundo.

Poca capacidad de reacción exhibió el equipo entrenado por Joaquín Caparrós, que no dio muestras de poder hacer algo digno de mención hasta pasada la primera hora de partido. Un par de ocasiones, una falta de Aitor Ocio y un remate de Fernando Sales, echaron al equipo andaluz hacia adelante, lo que provocó rápidos contragolpes de los rusos pero también posibilitó el gol de Baptista, en el minuto 71 y tras una jugada trenzada por Jesuli y Carlitos.

Esta fase de la Copa de la UEFA se juega mediante el sistema de liguilla: ocho grupos de cinco equipos, que disputan cuatro partidos cada uno —dos en casa y dos fuera—. Tras dos encuentros, el Sevilla suma cuatro puntos, como los rusos —que tienen un partido más—. El Lille francés y el Aquisgrán alemán tienen tres, y el AEK Atenas uno —con un partido menos—.