Un hincha británico estará cinco años sin entrar en un estadio por insultos racistas
Jason Perryman no podrá entrar en un estadio de fútbol hasta el año 2009 por haber dirigido insultos racistas a Dwight Yorke, delantero del Birmingham City. Dos hombres habían sido acusados de dirigir aullidos simiescos contra Yorke, similares a los que se escucharon en el Bernabéu durante el amistoso entre España e Inglaterra y que causaron una enorme polémica en el Reino Unido.
Uno de esos hombres, Jason Perryman, de 22 años, ha admitido ante la corte de Blackburn (Inglaterra) que dirigió gritos racistas contra el delantero de Trinidad y Tobago. El tribunal le impuso una multa de 1.500 euros y el pago de las costas de la audiencia, además de dictar contra él la máxima prohibición para acudir a un estadio de Inglaterra y Gales, de cinco años.
"Usted humilló en público a Dwight Yorke por razones raciales" y "ni en el fútbol, ni en ningún otro sitio, hay lugar para el comportamiento racista", indicó el magistrado John Fryer, quien presidió la vista.
"Inaceptable"
El defensor de Perryman dijo en su descargo que había bebido antes de acudir al partido y que ahora considera que su comportamiento fue "inaceptable". El abogado afirmó que el aficionado se arrepiente de lo ocurrido y que escribirá al jugador para pedirle disculpas.
El otro acusado por los gritos racistas, David Ashcroft, de 21 años, negó ante la corte ser culpable. Yorke se quejó de haber recibido un trato racista por parte de los dos seguidores locales mientras realizaba ejercicios de calentamiento para sustituir a Darren Anderton en el minuto 74 del choque contra el Blackburn, en Ewood Park, el pasado fin de semana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.