Un ex campeón francés de lucha denuncia a su federación por haberle obligado a doparse
Georges Marx afirma que los dirigentes de la federación francesa les inyectaban anabolizantes en los años 80
El ex campeón francés de lucha greco-romana Georges Marx presentará una demanda judicial por daños y perjuicios contra los dirigentes de su federación debido a un dopaje al que habría sido sometido en los años 80, según ha informado el diario deportivo L'Equipe.
"Mi integridad física fue destrozada por el dopaje", ha afirmado el deportista, de 46 años, quien padece actualmente una pubalgia permanente (inflamación crónica de los músculos del pubis). La abogada del luchador, Stéphanie Nguyen, ha precisado que dispone de testimonios "de deportistas de la misma disciplina, del mismo período, que recibieron el mismo tratamiento".
Marx ha denunciado que en instancias oficiales francesas hubo un sistema organizado de dopaje durante los años 80, que afectó al Instituto Nacional de Deportes y Educación Física (INSEP), lugar de entrenamiento de elite del deporte galo. Ha afirmado que tanto él como sus compañeros recibieron "inyecciones tres a cuatro veces por semana durante meses", sin que se les dijera qué se les inyectaba.
El luchador cita los nombres de tres responsables de su federación en esa época: el entrenador nacional Daniel Emelin, el médico del equipo de Francia, Jean Claude Dade, y Pierre Taberna, responsable de lucha libre.
La reacción no se ha hecho esperar. "Debe haber ciertamente fuertes rencores para decir cosas como esas", ha replicado Daniel Emelin. Pierre Taberna ha afirmado que "se trata de una venganza".
Los casos de Bouchoule y Balmer
Robert Bouchoule, especialista en lucha greco-romana, ha afirmado hoy en L'Equipe que le inyectaron anabolizantes diciéndole que se trataba de vitamina B12, con el objetivo de lograr buenos resultados durante los Juegos Olímpicos de 1984 en Los Angeles. El producto que inyectaron es el mismo que fue descubierto en la orina de Ben Johnson tras la final de los 100 metros de los Juegos de Seúl.
Michel Balmer, que fue seis veces campeón de Francia de lucha, ha confesado que, "en el fondo, sabíamos lo que pasaba, pero no se pronunciaba la palabra dopaje. Cerrábamos los ojos para lograr algo que queríamos, que era ir a los Juegos".
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