Saviola vuelve a poner al Barça en órbita (1-1)

Desde el minuto 16 llevaba el Barcelona penando por el estadio Delle Alpi, aplastado por un balón perdido que el defensa de la Juventus Paolo Montero convirtió de un zapatazo en gol. El peso de una posible eliminación en la Liga de Campeones, la única competición que permite al equipo catalán evitar el desmoronamiento deportivo e institucional, y el contraste con el derroche de fútbol exhibido ayer por el Real Madrid ante el Manchester, el Barça apenas logró reflejarse a trazos en el espejo del equipo invicto que paseaba con la cabeza bien alta por Europa desde el pasado mes de agosto. Pero hete tú que llegó Saviola, 21 años y 7 goles en 11 partidos, y a un suspiro para el final, en concreto en el minuto 78, y de un zarpazo empató el partido y devolvió a su equipo a un órbita geoestacionaria. Al menos hasta el partido de vuelta.

13 partidos llevaba el Barça invicto en la Liga de Campeones. Ahora sólo le queda esperar que en el próximo, ante la Juventus también pero en el Nou Camp, siga sin perder y pase a cuartos de final, una eliminatoria en la que se las puede ver con el Real Madrid si éste confirma su superioridad pasmosa ante el Manchester.

Bonano y Saviola, menos mal

Un resultado por tanto para el regocijo del aficionado azulgrana, que no el juego de su equipo, superado en casi todos los aspectos por el equipo italiano. En Barça, acorralado en su área tras el gol de Montero, apenas llegó un par de veces a puerta, tiros inocentes que acabaron en las manos de Gianluigi Buffon.

Entre tanto, la Juve pudo meter uno o dos goles más y cerrar el chiringuito en apenas 45 minutos, pero Roberto Bonano se ganó el sueldo, la paga extra y algo más con sus intervenciones ante Davids y Del Piero. Y llegó el minuto 78, y llegó Saviola, y el pibito volvió a los campos de tierra de su niñez y recogió el rechace a un tiro de Kluivert, controló una bola incontrolable y la lanzó contra Buffon. El portero estaba bien colocado, pero el balón golpeó en la rodilla de un defensa y se desvió un poquito, muy poquito, pero lo suficiente para devolver al Barça a Europa.

Aún tendría Di Vaio la oportunidad de demostrar al filo del pitido arbitral que la Juve jugó mejor y mereció ganar, pero la frágil estructura azulgrana resistió, y una vez más navega con el viento a favor hacia Barcelona, luego Madrid, luego… ¿Manchester?