La región en la que el realismo mágico sigue vivo
Tanto en la DO Ribeira Sacra como en la de Valdeorras, entre las provincias de Lugo y Ourense, la naturaleza manda, las leyendas pueden ser verdad y términos como heroico o mágico cobran todo su sentido. Desde la belleza paisajística del río Sil y sus viñedos de montaña hasta el patrimonio románico a la ribera del Miño, pasando por tradiciones ancestrales como el magosto, el espectáculo está garantizado
En el albergue municipal de Quiroga (Lugo) sorprende un gran mural. Una mujer sumergida en agua sostiene una enorme pepita de oro entre sus manos. Además de la autoría –del grupo de artistas Cestola Na Cachola–, la obra titula: Lavandeira do Sil. La leyenda dice que las lavandeiras eran seres mitológicos que vivían en las profundidades del río Sil, lavando y puliendo el oro que guarda este raudal. En la Ribeira Sacra –región gallega repartida entre las provincias de Lugo y Ourense– se han encontrado algunas de las minas auríferas más importantes de España. También son comunes las creencias de que, bajo las profundas y misteriosas aguas de este río, se esconden cuevas, pasadizos y almas encerradas de amores imposibles.
Ya sea por sus leyendas, su pasado sacramental o, simplemente, por ese halo de misterio que emanan sus paisajes, las tierras gallegas de interior se han ganado la fama de mágicas. A ello contribuye, sin duda, el especial protagonismo que cobra aquí la naturaleza: atravesar el cañón del Sil significa saberse atentamente observado por los viñedos apostados en sus laderas casi verticales; perderse por los bosques ribereños del Miño supone toparse, sin aviso, con monasterios medievales, y ser parte de las tradiciones más atrayentes de la región como el magosto o los cantos de taberna es serlo también de la vida de sus gentes. Una comunión que, a través de las denominaciones de origen (DO) vinícolas de Ribeira Sacra y Valdeorras, fluye como si aquí la única leyenda imposible de creer fuera la existencia de una frontera entre magia y realidad.
Un lugar que llama a la calma
“La Ribeira Sacra es un territorio con costumbres ancestrales que trasportarán al viajero a otro tiempo donde todo iba más despacio, lo que le permitirá dejar las prisas y el estrés a un lado y dedicarse a disfrutar de la naturaleza”
Viticultura heroica, la seña de identidad de la Ribeira Sacra
Antes de fundirse con el caudal del Miño, el río Sil, su afluente, traza la frontera natural entre Ourense y Lugo. Entre estas dos cuencas se esconde una de las zonas más apasionantes de la Ribeira Sacra, un lugar extraordinario que solo se puede descubrir adentrándose entre sus cañones naturales. Este entorno privilegiado pero complejo mantiene su esencia gracias a la heroicidad de quien trabaja estas tierras: valientes viticultores que se mueven entre viñedos que parecen descolgarse de la montaña, apostados en terrenos abruptos. Por eso, a este tipo de viticultura de altura se la conoce también como viticultura heroica.
El cañón del Sil, entre las localidades de Abeleda y Os Peares, es un extraordinario lugar para observar la pendiente y la disposición en terraza de los viñedos. Y para conocer más sobre esta tradición vitícola, el viajero puede acudir al Centro do Viño, de Monforte de Lemos (Lugo), un espacio expositivo alojado en un edificio histórico del siglo XVIII que contiene todo tipo de material interactivo en la ciudad que es la capital de la comarca de la Tierra de Lemos y de la Ribeira Sacra.
El paraje que encierra secretos a voces
La vida de Alfonso Rodríguez (Nogueira de Ramuín, Ourense, 57 años) ha estado siempre marcada por los secretos de la Ribeira Sacra. Ya desde pequeño se maravillaba con las comunicaciones que se producían a lo largo del río Sil, entre sus altas paredes naturales. Las voces de las mujeres de ambas orillas se amplificaban como por arte de magia, “componiendo una melodiosa conversación que se escuchaba a lo largo del cañón”, recuerda Rodríguez. Pero no es el único secreto que este guía turístico suele revelar en sus visitas teatralizadas por la zona. En este vídeo conoceremos su empeño por difundir el patrimonio de esta extraordinaria región gallega a través de su paisaje, sus característicos viñedos, monasterios medievales como el de Santo Estevo de Ribas de Sil y de su ciudad principal, Monforte de Lemos.
Tesoros místicos en la profundidad de los bosques
Por los bosques de la ribera del Miño y del Sil corren leyendas desde hace siglos, como las de las lavandeiras, o las mouras, seres de una extrema belleza que también habitaron supuestamente estas tierras ricas en oro y agua hace miles de años. Esa magia y espiritualidad que desprende la región también fue escogida por las comunidades eclesiásticas medievales, que construyeron aquí sus iglesias y monasterios hasta convertir la Ribeira Sacra en uno de los enclaves europeos con mayor concentración de patrimonio románico rural. A estas congregaciones religiosas también se les debe buena parte de la historia y tradición vitícola de la región, pues fueron durante siglos los únicos que cultivaron las viñas en la Ribeira Sacra.
Hoy, estas joyas arquitectónicas escondidas entre la naturaleza recuerdan ese legado, que se muestra en forma de recorrido en el siguiente mapa:
Una villa de cuento para perderse en ella
Entre las sierras de San Mamede y Queixa, en el macizo central orensano, se encuentra un pueblo impresionante: Castro Caldelas. Una atalaya, una villa de casas con galerías blancas y escudos medievales y calles empedradas que puede divisarse desde casi cualquier punto del norte de Ourense. Su extraordinaria situación estratégica –en lo alto de una colina que domina la ribera del río Edo, afluente del Sil– la convirtió en el enclave geográfico favorita de la nobleza. Su castillo, del siglo XIV, aún recuerda ese pasado medieval. En la puerta se conservan los escudos de las familias que poseían esta fortaleza miliar: el león rampante y el castillo de los Enríquez, los seis roeles de los Castro y los dos lobos, de los Osorio (señores de Lemos).
El castillo de Castro Caldelas es hoy un museo etnográfico que recoge todo tipo de restos hallados en su interior que reflejan la forma de vida medieval: telares, piezas de cerámica, aperos de labranza, pequeñas joyas, un calentador de cama de madera, unas muletas de madera con apoyos en cuero o un velador de difuntos son algunos de los muchos objetos expuestos.
Tras la pista del oro gallego
Que los romanos se asentaron en Galicia es más que evidente. Lo demuestra la lengua, los edificios, infraestructuras como calzadas y puentes... Pero, también, lo hace otro patrimonio menos conocido: las minas de oro, que fueron prospectadas por ellos hace siglos. Los romanos utilizaron métodos de ingeniería aurífera tan espectaculares como el derrumbe de extensiones amplias de montaña tan solo usando la fuerza del agua, conocido como ruina montium, que consistía en cavar galerías en el interior de las montañas y construir embalses fuera de ellas que luego abrirían para llenar estos conductos. La extraordinaria fuerza del agua haría el resto, provocando el derrumbe y dejando al descubierto grandes minas de oro.
En Galicia existen 19 explotaciones de este mineral. Ocho se encuentran en los municipios lucenses de Quiroga, Folgoso do Courel y Ribas de Sil. Toda la zona se puede recorrer por rutas de senderismo. En el Museo Geológico de Quiroga –el primer museo gallego dedicado íntegramente a la interpretación del patrimonio geológico– se puede ampliar información sobre la minería aurífera el noroeste de la Península.
Viticultura secular,
una tradición familiar
“Variedad de suelos, un microclima diferenciado, una tradición secular en la elaboración de vino y una apuesta firme por la uva Mencía marcan la impronta de nuestro territorio. Unas 1.500 hectáreas en las que se asientan más de 40 bodegas, la mayoría familiares”
Celebraciones donde se asan castañas y se liberan almas
“Por San Martín, se hace el magosto con castañas asadas y vino o mosto”, dice el refrán. Por ello, cuando se acerca esta festividad santoral –el 11 de noviembre–, el crepitar de las castañas haciéndose al fuego se vuelve recurrente en la provincia de Ourense. El magosto –una fiesta de origen pagano que se cristianizó– marca el inicio de la temporada de frío en los pueblos gallegos, según la tradición, donde los lugareños se reúnen alrededor del fuego para asar este fruto tan característico de la región y compartir los primeros vinos de la temporada tras la vendimia. Cada municipio acuerda su día para realizar el magosto.
Esta tradición se remonta a las poblaciones celtas, que habitaron la región ya desde el siglo VI a.C, aunque con la cristianización de sus gentes pasó a ser una conmemoración a los difuntos. Hay muchas leyendas en torno al magosto, pero una de las que más les gusta repetir a los orensanos es que las castañas simbolizan las almas de los muertos, liberadas del purgatorio con este ritual de fuego y tradición.
Un lugar donde se produce magia bajo tierra
En regiones como Valdeorras, donde el contraste atmosférico oscila entre las bajísimas temperaturas del invierno y el duro verano en el que se pueden sobrepasar los 40 grados, se las ingenian desde hace siglos para conservar de la mejor forma sus vinos. Las bodegas subterráneas, covas, son ya un patrimonio de esta región gallega, un tesoro medio escondido porque, aunque estén bajo tierra, se revela ante los ojos de lugareños y visitantes a través de los refolgadeiros, unos respiraderos en forma de chimenea que dibujan este característico paisaje. “Es raro ver una chimenea pegada a la tierra en una zona donde no se ve nada más, pero la magia está en el interior de la tierra”, advierte Soledad Figueroa, responsable de la empresa de enoturismo Valdeorras Es Vino.
Como explica Figueroa, las covas se excavan a varios metros bajo tierra para aprovechar la temperatura permanente del subsuelo, de entre 10 y 12 grados. Valdeorras Es Vino da a conocer estos elementos etnográficos típicos de la comarca a través de visitas guiadas por algunas de ellas, que hoy permanecen abiertas al público. Así, el viajero podrá descubrir algunos de los secretos en torno a estos tesoros subterráneos. “Por el tipo de terreno de la comarca, la mayoría se excavan en pizarra, lo que permite no tener que apuntalar las paredes ni necesitar ningún artilugio para soportar las bóvedas naturales”, pone de ejemplo Figueroa.
Las fiestas de las ‘covas’
Las cuevas de Valdeorras son tan importantes para la región que cada pueblo dedica una celebración a estos tesoros subterráneas:
- Ruta de Seadur (Larouco): el sábado de Semana Santa
- Ruta de covas de Arcos (Vilamartin): primer sábado del mes de julio
- Ruta de covas de Vilamartin centro: primer sábado de agosto
- Ruta de covas de O Val (O Barco): sin fecha predeterminada
- Ruta de covas de Petín: sin fecha predeterminada
Una tradición de vinos, cantos y tabernas
En toda Galicia, pero en especial en la provincia de Ourense, hay quién todavía recuerda las tardes en las que las tabernas y bodegas de los pueblos y las aldeas se convertían en el lugar de congregación para sus habitantes. En ellas sonaban canciones tradicionales de la mano de agrupaciones musicales formadas por jóvenes de la comarca. Una tradición conocida como cantos de taberna que, a mitad de siglo XX, empezó a perderse con la llegada de las orquestas, como explica Óscar Guerra, director de la sección de gaitas de la Asociación Abertal, una entidad que lleva desde 1989 trabajando para recuperar la música tradicional gallega en el municipio orensano de A Rúa de Valdeorras.
Así suena la tradición
En los cantos de taberna se utiliza una gran variedad de instrumentos, desde gaitas y acordeones hasta flautas traveseras o la zanfoña gallega, un instrumento de cuerda frotada. Así suenan los cantos de taberna de la agrupación musical Abertal.
Desde hace una década vuelven a ser comunes en este y otros pueblos de Galicia los cantos de taberna, ya sea para celebrar alguna festividad o durante los fines de semana.
Hectáreas
2.500 DO Ribeira Sacra
1.000 DO Valdeorras
Variedades de uva
Blanca
- Albariño
- Loureira
- Treixadura
- Godello
- Dona branca
- Torrontés
- Lado (solo DO Valdeorras)
- Palomino (solo DO Valdeorras)
Tintas
- Mencía
- Brancellao
- Merenzao
- Tempranillo
- Sousón
- Caíño tinto
- Garnacha tintorera
- Mouratón
- Espadeiro (solo DO Valdeorras)
- Ferrón (solo DO Valdeorras)
- Grao Negro (solo DO Valdeorras)
Dos regiones vertebradas por el río Sil
La DO Ribeira Sacra y sus cinco subzonas (Amandi, Chantada, Quiroga-Bibei, Ribeiras do Miño y Ribeiras do Sil) se caracteriza por ser una zona de cultivo dedicada principalmente a la producción de vinos tintos. Como su vecina, la DO Valdeorras, con la que comparte el río Sil, destacan la preferencia de la uva Mencía. Esta variedad permite obtener vinos jóvenes de gran calidad, afrutados y muy aromáticos. Los vinos blancos, obtenidos de la variedad Godello –también en la DO Valdeorras–, son vinos frescos, afrutados y con aromas intensos propios de la variedad.
De la DO Valdeorras, al sureste de la provincia de Ourense, destaca su clima, ideal para vinos secos de primera calidad, que otorga la altitud constante de entre 300 y 700 metros que se mantiene a lo largo y ancho del territorio.
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LARGA DISTANCIA
Conexiones diarias desde y a Ourense:
Madrid Chamartín (20)
Media Distancia
y Regional Express
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Santiago (34)
A Coruña (35)
Vigo (30)