El superviviente trabaja en vivir
Me pregunto por qué hay circunstancias que nos permiten a veces ver el mundo correctamente
Despierto de un sueño en el que iba de caza con mi abuelo materno, cazador. Como no fui nunca de cacería y mi abuelo murió un año después de que yo naciera, entiendo que la presencia de la caza en el sueño es una metáfora de la lucha y simboliza la iniciativa en el combate, a un tiempo avance y retroceso. La lucha es, en el fondo, la misma que se da en mí siempre cuando despierto y decido, como aliciente para sobrevivir, huir de lo ...
Despierto de un sueño en el que iba de caza con mi abuelo materno, cazador. Como no fui nunca de cacería y mi abuelo murió un año después de que yo naciera, entiendo que la presencia de la caza en el sueño es una metáfora de la lucha y simboliza la iniciativa en el combate, a un tiempo avance y retroceso. La lucha es, en el fondo, la misma que se da en mí siempre cuando despierto y decido, como aliciente para sobrevivir, huir de lo obsoleto y persistir en la búsqueda de “la posibilidad de lo nuevo”, tratar de ir más allá en mi escritura.
Despierto y dedico un tiempo a Didi-Huberman, al que, con admiración e incluso apasionamiento, leo estas últimas semanas. Cuanto más sé de él, más evidente me parece que el verbo sobrevivir es clave en su obra. Será casual o no, pero, de pronto, me impresionan unas líneas de Aperçues (traducido como Vislumbres) en las que Didi-Huberman comenta que, viendo en el hospital, a través de una puerta entreabierta, a un herido grave del atentado del Bataclán, se dedica a observar “cómo el superviviente no se contenta con todavía estar vivo, con existir aún a pesar de haber tenido tan cerca la muerte, y ‘trabaja en vivir’, que es lo que centra todos sus esfuerzos”
Me impresiona muy especialmente ese “trabajar en vivir”, porque, como si fuera un ángel de la guarda o el “genius” de los romanos, me lleva a descubrir que podría ser el eje de la intervención que, en YouTube y en directo desde el Clínic barcelonés, tengo que abordar a las diez de la noche en Nefro Late Show, programa que trata la enfermedad renal mezclando información, rigurosidad y desenfado. Lo dirige y presenta, y es clave en su éxito, el doctor nefrólogo J. Vicens Torregrosa, más conocido como “el Torre & Friends”. Programa quincenal. Para la próxima emisión, la del jueves 22, esperan a Javier Solana, donante de un riñón a su hijo, gesto que Solana ha definido como “un acto de amor fácil y racional”
Tal como había planeado, por la noche hablo en Nefro Late Show de “trabajar en vivir” o, mejor dicho, de “apasionadamente trabajar en vivir”, y, basándome en mi experiencia, divulgo las importantes bondades de la diálisis peritoneal, la que puede llevarse a cabo en el propio domicilio y que, en parte, por falta de información (la que quiere mejorar Nefro Late Show), solo practican entre nosotros un cinco por ciento de los enfermos renales. Y hablo también con el fabuloso Torregrosa de ciertos parecidos que creo haber detectado entre sus compañeros nefrólogos tan apasionados por la investigación científica (Benjamin Labatut, el autor de Maniac, debería dedicarles una novela) y ciertos narradores que tratan de llevar la escritura más allá de sus límites.
Terminado el programa, al salir del Clínic y respirar el aire invernal, voy andando a casa preguntándome por qué hay circunstancias que nos permiten a veces ver el mundo correctamente.