_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

De boda

Twitter se convirtió en el lugar en el que analizar los detalles de la boda real, alabar la belleza y hasta el feminismo de la nueva duquesa de Sussex

Mari Luz Peinado
Meghan Markle y el príncipe Enrique de Inglaterra, tras su boda el pasado sábado.
Meghan Markle y el príncipe Enrique de Inglaterra, tras su boda el pasado sábado.POOL (REUTERS)

El sábado 19 de mayo yo estaba de boda. La mía era real. No de Realeza, como la del príncipe Enrique y Meghan Markle, que a la misma hora se daban el "sí quiero". Digo "real" de carne y hueso, de amigos que se reencuentran, "que se besen los novios" y acabar la noche con los tacones en la mano.

Mientras que a nosotros se nos saltaban las lágrimas en los discursos, millones de personas seguían la royal wedding por televisión. Más de 13 millones de británicos la vieron en la BBC y en toda la UE rozaron los 30 millones de espectadores. En España, el especial de Amigas y conocidas de La 1 arrasó con un 30% de share y 2,1 millones de espectadores. DKiss también la retransmitió, como colofón a una semana dedicada al evento.

Twitter se convirtió en el lugar en el que analizar los detalles, alabar la belleza ("la novia estaba preciosa" es la frase más repetida en los bodorrios) y hasta el feminismo de la nueva duquesa de Sussex. Como en las bodas —cada vez menos, para disgusto de esta millennial con alma de charanga— en las que todo el pueblo acompaña a la novia desde su casa a la iglesia, aunque no estén invitados. Durante la ceremonia se publicaron más de 3 millones de tuits. Además de los novios, los personajes de los que más se habló fueron los Beckham, Oprah, Amal Clooney y Serena Williams.

Lo que pasa es que sentarse en el sofá solo para escuchar críticas ha dejado de ser tan gracioso. De eso se quejaron muchos tuiteros. De que no es lo mismo comentar que esa pamela no va con esos zapatos que buscar con lupa la arruga y los kilillos que se acumulan con los años. Por no hablar de las ideas rancias, e incluso racistas, de algunos comentaristas sobre que ella sea una plebeya. Si hasta las bodas reales pueden renovarse con coro de góspel incluido, estoy segura de que las retransmisiones, también. Y mi amiga Carolina estaba radiante, por supuesto.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Mari Luz Peinado
Redactora jefa de Estrategia Digital. Ha sido directora de Verne, por lo que recibió el Premio de Periodismo Digital José Manuel Porquet junto a Lucía González. Antes, fue redactora de El País en México y trabajó en Smoda, MSN y Soitu.es. Escribe el boletín semanal 'Correo sí deseado', que selecciona historias positivas y que aportan soluciones.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_