_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Vuelta a los noventa

La parrilla televisiva se llena de éxitos de hace 20 años y caemos en la cuenta, sin nostalgia, de lo mucho que ha cambiado España

Héctor Llanos Martínez
Los jueces y el presentador de 'Me lo dices o me lo cantas'.
Los jueces y el presentador de 'Me lo dices o me lo cantas'.

Con eso de que las modas siempre vuelven, más de un padre ha exclamado el “en qué estaba pensando” al observar las vestimentas de sus propios hijos, réplicas de las de 20 años atrás. Algo así nos ocurre con la programación televisiva. Se nos ha llenado de los clásicos de los noventa. Por alguna razón, los responsables de las cadenas se han empeñado en que volvamos al siglo XX.

El último estreno del verano se titula Me lo dices o me lo cantas. Rostros habituales de Telecinco comentan temas de actualidad modificando las letras de melodías conocidas por todos. En La parodia nacional, el original en el que se inspira, un cantante disfrazado de Jordi Pujol entonaba una vez: “José María me quiere gobernar / Y yo le sigo, le sigo la corriente”. Hacía referencia al pacto entre el catalán y un presidente Aznar con mayoría simple, allá por 1996. Era tema recurrente entre el cancionero del programa. Y caemos en la cuenta, sin nostalgia, de lo mucho que ha cambiado España.

También nos ocurre con Lo que necesitas es amor. Allí todo era blanco, empezando por un Jesús Puente que lo más transgresor que había hecho antes era soltar alguna pregunta picante a las parejas de Su media naranja. Ahora las historias románticas las narra Risto Mejide en All you need is love… o no. El título va en inglés y se cuestiona a sí mismo para disimular lo rancio del concepto que adapta. En cuanto los testimonios de desconocidos no funcionaron en audiencia, se le metió más famosos al asunto. Es otro punto en común de todas estas secuelas.

Solo hace falta comparar las audiencias de las dos versiones actuales de Tu cara me suena, el nuevo Lluvia de estrellas, para comprobar que las cosas sin gente popular ya no interesan tanto. Al televidente le falta paciencia. No presta atención a relatos de aquellos a quienes no conoce. Es curioso que cada vez haya menos hueco para los anónimos en la televisión tradicional, teniendo en cuenta que en algo tan inmediato como YouTube son los que se hacen célebres.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_