Cristina Lucas: “La conciencia social insoslayable”
De los nazis a Colin Powell, anécdotas de una obra polémica
Cuentan la anécdota de que los nazis visitaron a Picasso en su estudio de París y cuando le preguntaron si era el autor del Guernica dijo que los autores eran ellos. En 1970, Joseba Elósegui se prendió fuego a sí mismo ante el caudillo para que sintiera cerca las llamas del bombardeo. Y Tony Shafrazi intervino el lienzo con espray en 1974, porque el Gobierno norteamericano comenzó a indultar a militares que protagonizaron masacres de civiles en Vietnam. Escribió: “Matad todas las mentiras”. Misteriosamente, desapareció el tapiz de la ONU cuando en 2003 Colin Powell anunció la intención de bombardear Irak… La denuncia que supuso aquel pabellón de 1937, hablando de la injusticia y la tragedia contra inocentes, despertó una conciencia social de la que me siento heredera.
Quizá por eso, el cuadro ha estado siempre rodeado de polémica. Cuando por fin Picasso se decidió a pintar el Guernica, el pintor vasco José María Ucelay, incluido también en el pabellón, se oponía a que el drama de Gernika fuera contado por un autor no vasco. Pero es precisamente el carácter universal del drama lo que hace de la obra un referente. También el concepto de autoría queda desdibujado. Desde entonces, todo han sido festejos, incluso el que nos ocupa. Coincide con bombardeos sobre población civil, y precisamente por homenaje y comprensión de la obra he decidido reunir los bombardeos sobre población civil desde que el hombre es capaz de volar, implicando a distintas instituciones para no dejar olvidado ningún Guernica.
Cristina Lucas (Jaén, 1973) participó en 2012 en la colectiva ‘Tiempos de urgencias’, en la que los artistas se ponían en el papel de Picasso al recibir el encargo de un presunto ‘Guernica’, bajo la inspiración de hechos actuales.