Echenique considera “servicio público” pujar por La Roja

Televisión Española no renuncia al fútbol de la selección española. Frente a las críticas de la oposición, que alertan del despilfarro que en tiempos de ajustes supone la compra de derechos de La Roja, el presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, defendió este martes durante su comparecencia en la comisión de control parlamentario la legalidad de la puja de RTVE. “Yo juego limpio, pero juego con responsabilidad”, respondió ante las acusaciones de sobrecoste lanzadas tanto por los diputados como por algunos operadores privados, que cuantificaron en unos 50 millones de euros la oferta de TVE por hacerse con 20 partidos de la selección para las fases clasificatorias de la Eurocopa y el Mundial.

Echenique negó que haya puesto esa cantidad sobre la mesa, aunque no desveló la suma para “no dar información a los competidores”. Se limitó a decir que frente a los 40 millones de euros que la pública venía pagando al año por los partidos amistosos de la selección (en 2013 renunció a pagar esa suma y la Federación Española de Fútbol le adjudicó el contrato a Mediaset), este nuevo paquete equivale al 1% de los gastos de la corporación del año (949 millones). “Si no pujamos, quedaríamos relegados a una televisión marginal o de segundo plano”, advirtió Echenique, que consideró “una misión de servicio público” pujar por derechos “de alto valor comercial” como son los de La Roja.

Tampoco saldrá barata la migración que los canales de televisión están obligados a hacer antes de fin de año. RTVE calcula que el proceso de reubicación de La 1, La 2, Teledeporte, Clan y 24 Horas le costará cinco millones de euros. Es la factura que tendrá que abonar a Abertis —el operador que distribuye sus señales— por emitir durante alrededor de seis meses en simulcast, es decir, de manera simultánea por la vieja y la nueva frecuencia. Así lo estimó ayer el presidente de la corporación.

Este baile de canales es una consecuencia del llamado dividendo digital, un proceso por el cual las televisiones tienen que abandonar la banda de frecuencias que ocupan actualmente para ser destinadas a la telefonía móvil 4G. Echenique aseguró que el Ministerio de Industria aún no le ha comunicado la “reprogramación” de frecuencias. En todo caso, el coste para RTVE dependerá del tiempo que haya que mantener las emisiones simultáneas para que los espectadores acometan los trabajos de resintonización de canales o reantenización. Lo que sí se sabe es que las zonas más afectadas serán las comunidades fronterizas con otros países, como Cataluña, Baleares, Murcia, Andalucía y Canarias.

El Gobierno calcula que antes del próximo junio estará diseñado el plan para que el 1 de enero de 2015, la banda de los 800 megaherzios —en la que están instaladas las televisiones— quede liberada. El reajuste se realizará con nueve canales menos de los actuales, que tendrán que cerrar antes del 6 de mayo atendiendo a una sentencia del Tribunal Supremo. Sin embargo, el presidente de RTVE no cree que la televisión estatal se vaya a beneficiar en términos de audiencia (suman un 7% de cuota) de este apagón. “Su público, entre 20 y 40 años, no es del perfil del consumidor de contendidos de TVE”, apuntó Echenique. La 1 tiene en los mayores a sus más fieles seguidores.