‘Pulseras rojas’ alimenta su fenómeno
La serie catalana, que describe la vida en la planta infantil de un hospital, llega a Antena 3 Steven Spielberg apadrina su versión estadounidense
En los últimos años las series españolas se han acostumbrado a cruzar fronteras. El éxito de audiencia y la presencia en festivales internacionales ha facilitado que ficciones como Águila Roja, Los misterios de Laura, Los Serrano o Gran Hotel encuentren una nueva base de fans en países de Europa del Este, África o América. En el caso de Pulseras rojas,el viaje ha sido vertiginoso. Con solo una temporada en antena, la serie de TV-3 pegó el salto al canal de pago TNT el pasado diciembre después de captar la atención de Steven Spielberg, quien adquirió con los derechos para hacer una versión estadounidense. La serie tendrá esta noche su segundo pase —esta vez en abierto— en una televisión nacional de la mano de Antena 3 (22.25).
El secreto del éxito de Pulsera rojas hay que buscarlo en la novedosa perspectiva que aporta al género de series médicas y en haber sabido conectar de modo especial con los espectadores más jóvenes, lo que ha aumentado su popularidad en las redes sociales. El drama de la enfermedad y los médicos, casi siempre actores principales en este tipo de ficciones, ceden su protagonismo a un grupo de seis adolescentes ingresados en la planta infantil de un hospital, que se niegan a que su situación les impida experimentar vivencias propias de su edad como el valor de la amistad, la búsqueda de la identidad o el primer amor. La serie aborda las dolencias de los protagonistas y sus repercusiones en su entorno más cercano pero apuesta por impregnar al relato de un tono optimista con abundantes toques de humor, unos ingredientes que fueron determinantes para que Polseres vermelles se convirtiera en un fenómeno en Cataluña casi desde el momento de su estreno el 24 de enero de 2011. Trece capítulos después, la primera temporada se despidió con una cuota de pantalla del 21,6% (650.000 espectadores).
El paso de la niñez a la vida adulta será el motor de la segunda temporada
El origen de la historia de Pulseras rojas está en la propia experiencia de su creador. Albert Espinosa pasó gran parte de su adolescencia ingresado en el hospital viviendo en primera persona muchas de las situaciones que afectan a los protagonistas en la ficción y que ya plasmó en el guion de la película Planta 4º y en su novela El mundo amarillo. Una experiencia dramática trasladada de forma vitalista a la pequeña pantalla, que llegó a oídos de todo un especialista en historias emocionales como Steven Spielberg. El cineasta —y últimamente prolífico productor de televisión— se hizo con los derechos para realizar su propia versión en la cadena ABC con guion de Marta Kauffman, una de las creadoras de la popular Friends.
Mientras llega el momento en que la versión estadounidense pase de la fase de preproducción en la que todavía se encuentra, la original Pulseras rojas debutará esta noche en Antena 3 arropada por la visibilidad que proporciona la franja de prime time. A partir del segundo episodio se mudará a Nova, canal para el que estaba destinada desde un principio. La cadena privada ha decidido volver a doblar la serie pero también ofrecerá la posibilidad de verla en su versión original en catalán con subtítulos en castellano.
Para poder ver la segunda temporada habrá que seguir esperando un poco más. El equipo de la serie comienza este mismo lunes el rodaje de los nuevos capítulos. Los protagonistas, al igual que hicieron antes de la primera temporada, han pasado varias semanas de convivencia para reencontrarse con sus personajes y ensayar los nuevos guiones. Según Albert Espinosa, su creador, esta entrega tendrá como motor narrativo el paso de la niñez a la vida adulta de los protagonistas dentro del hospital ya que “la época más dura es cuando te haces mayor, cuando a los problemas de la adolescencia le sumas la enfermedad, que hace que vivas todo de una manera diferente”.
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