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Opinión
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La casa de Salvador Allende que se transformaría en un museo

Todo sucedió en menos de una semana: el Gobierno anunció que convertiría la propiedad de calle Guardia Vieja en un sitio patrimonial; se desistió de la compra y pidió la renuncia a la ministra de Bienes Nacionales

Fachada de la casa de la familia Allende en Guardia Vieja, Chile.
Fachada de la casa de la familia Allende en Guardia Vieja, Chile.FUNDACIÓN SALVADOR ALLENDE
Ana María Sanhueza

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La primera semana de 2025 ha estado marcada por la venta fallida de la casa de Salvador Allende, ubicada en calle Guardia Vieja, en Providencia. Lo que partió con un anuncio del Gobierno, el 31 de diciembre, de un proyecto patrimonial para convertirla en museo —junto a dos residencias del exmandatario democristiano Patricio Aylwin, cuyo proyecto sí sigue adelante—, acabó con la petición de renuncia el lunes del presidente Gabriel Boric a la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, militante del Frente Amplio (FA).

Problemas legales y constitucionales debido a que dos de los cuatro copropietarios de la casa, por la que el Estado pagaría 933 millones de pesos (unos 922.000 dólares), son la hija y la nieta de Allende, la senadora socialista Isabel Allende y la ministra de Defensa Maya Fernández Allende, respectivamente, obligaron a la Administración de izquierdas a echar pie atrás a su decisión el viernes 3, apenas tres días después del anuncio que había emitido Bienes Nacionales. El plan inicial era transformar las propiedades en museo, como señalaba el primer comunicado del Gobierno, por “el importante rol que jugaron dos exmandatarios de la República en la historia de Chile y en la construcción de nuestra patria”. La segunda declaración pública, sin embargo, intentaba dar una salida legal a la controversia: “Como parte de este proceso, y debido a la actual estructura de copropiedad de la comunidad de herederos del expresidente Allende, se ha determinado que no es posible concretar la adquisición de la residencia del exmandatario”.

Este martes, desde el Congreso, en un punto de prensa en el que la senadora Allende no aceptó preguntas, leyó ante las cámaras de televisión el comunicado que el lunes emitió la familia del líder de la Unidad Popular, rodeada de parlamentarios socialistas en señal de respaldo. También dijo que “nunca esta familia se ha visto envuelta en negocios, en conflictos de intereses, en lucros, en negociados, ni en nada. Tenemos una dignidad que ha sido reconocida aquí y afuera”. Sus declaraciones sucedieron pocas horas después que la oposición, en especial diputados del Partido Republicano, anunciaron que recurrirán al Tribunal Constitucional (TC) para pedir el cese de su cargo, y el de la ministra de Defensa, argumentado que se cometió una infracción a la Constitución pues por su puestos no podían celebrar contratos con el Estado.

El caso de la residencia de Guardia Vieja, que Allende adquirió junto a su esposa Hortensia Bussi en 1953 y vivieron allí hasta 1971, recién comienza. Mientras, las dos casas de Aylwin, en Providencia, avanzan para convertirse en un museo.

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Muchas gracias queridos lectores. En una semana más, estaremos nuevamente en sus buzones.

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Sobre la firma

Ana María Sanhueza
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en justicia y derechos humanos. Ha trabajado en los principales medios locales, entre ellos revista 'Qué Pasa', 'La Tercera' y 'The Clinic', donde fue editora. Es coautora del libro 'Spiniak y los demonios de la Plaza de Armas' y de 'Los archivos del cardenal', 1 y 2.
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