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Muere Belisario Velasco, el primer funcionario de la democracia chilena tras la dictadura de Pinochet

El histórico político democristiano, fallecido este viernes a los 87 años, fue uno de los 13 militantes de su partido que condenó el golpe de Estado de 1973

Ana María Sanhueza
Belisario Velasco
Belisario Velasco en una imagen de archivo.CORTESÍA

El histórico líder de la Democracia Cristiana chilena Belisario Velasco ha muerto este viernes a los 87 años en su casa en Cachagua, a unos 165 kilómetros de Santiago. En marzo de 1990 fue el primer funcionario que entró a trabajar al Palacio de La Moneda como subsecretario del Ministerio de Interior del mandatario democristiano Patricio Aylwin (1990-1994), que dio inicio a la etapa de la Concertación por la Democracia, bloque de centroizquierda que lideró el país sudamericano entre 1990 y el 2010. Su cargo fue estratégico en la transición de la democracia chilena tras 17 años de la dictadura que encabezó el general de Ejército Augusto Pinochet (1973-1990). En ese puesto, dos días antes de que asumiera la nueva Administración el 11 de marzo, y en un ambiente de tensión en las relaciones cívico-militares, Velasco debió despedir a los ministros de Estado del régimen autoritario y, al mismo tiempo, preparar los decretos de nombramiento del nuevo presidente.

“Me entregaron un ministerio [del Interior] sin memoria, porque los archivadores estaban vacíos, sin antecedentes. Estuve con el general Pinochet en dos oportunidades, y yo era el único funcionario que había en La Moneda y ese funcionario era de la Concertación por la Democracia”, recordó Velasco en 2016 en una entrevista al diario chileno La Tercera.

Velasco fue, además, subsecretario del Interior del Gobierno siguiente al de Aylwin, cuando asumió el presidente, también democristiano, Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Y, entre 2006 y 2008, fue ministro del Interior en la primera Administración de la mandataria socialista Michelle Bachelet.

Durante la Unidad Popular, que encabezó el presidente socialista Salvador Allende (1970-1973), Velasco y su partido, la Democracia Cristiana, se opusieron a su Gobierno. Sin embargo, tras el Golpe de Estado de Pinochet, que derrocó a Allende, y del que Chile se apresta a conmemorar los 50 años el 11 de septiembre, Belisario Velasco fue parte del llamado Grupo de los 13, conformado por militantes DC que, contrario a la opinión mayoritaria de su partido, firmaron dos días después -el 13 de septiembre- una declaración en la que condenaron el golpe. De ese grupo, tras la muerte del exsubsecretario del Interior, solo quedan dos sobrevivientes: el periodista Jorge Donoso y Baldemar Carrasco.

En julio de 2022, Velasco, Donoso y Carrasco volvieron a firmar juntos una declaración. Esta vez, para anunciar que votarían en contra de la propuesta de Carta Magna que elaboró la Convención Constitucional para reemplazar la Ley de Leyes nacida en 1980 en la dictadura de Pinochet. Es un texto que, finalmente, fue rechazado por un 62% de la ciudadanía en un plebiscito el año pasado, por lo que Chile emprendió, en 2023, un segundo proceso que está en pleno de desarrollo.

En dictadura, Velasco jugó un papel clave en la oposición a Pinochet. En 1977, fue detenido relegado político a Putre, en el extremo norte de Chile. Hasta entonces era gerente general de la Radio Presidente Balmaceda, opositora al régimen. En 1978, fue enviado a Parinacota.

En los comienzos del régimen autoritario también dirigió Límite, una organización que colaboraba en cambiar de lugar miembros de los partidos Comunista, Socialista y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que eran perseguidos por la policía secreta de Pinochet, la DINA. “Se los sacaba del país o se los llevaba a una embajada. Eso me dio cierta forma de operar y de informarme. Y tenía mucha gente en la izquierda y de derecha que me ayudó a tener a personas del MIR o del PC una semana en su casa”, contó en 2019 en una de sus últimas entrevistas en el Diario Financiero.

También en dictadura, entre 1980 y 1986, fue presidente de Análisis, una importante revista de oposición a Pinochet.

La ‘oficina’ y los informantes

Una de las primeras misiones que le dio el presidente Aylwin a Belisario Velasco fue desarticular en democracia a grupos subversivos armados de extrema izquierda que operaron en dictadura y que seguían activos en democracia. Entre ellos el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y el Movimiento Juvenil Lautaro. Además, dijo años después Velasco, la tarea también incluyó a facciones MIR, el único de ellos que surgió a fines de los 60. En esa época también estaban operativos agentes de la dictadura de Pinochet responsables de las violaciones a los derechos humanos que fueron parte de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y de la Central Nacional de Informaciones (CNI).

Contó Velasco a La Tercera, en 2016, que Aylwin “me encargó especialmente que desarticulara los movimientos armados que había en el país: el Frente Patriótico, el Lautaro, lo que quedaba del MIR, los sectores descolgados de la DINA, de la CNI… en fin. Y se cumplió”.

Para esa tarea se creó el Consejo coordinador de seguridad pública, conocido informalmente como la oficina. Un nombre irónico por la naturaleza de su trabajo al que Velasco consideraba injusto. “Pero la gente de esa oficina hizo un gran trabajo y el país se lo debiera agradecer” dijo tiempo después el exsubsecretario del Interior.

El 1 de abril de 1991, cuando el Gobierno democrático de Aylwin llevaba poco más de un año, el FPMR asesinó en una emboscada a su automóvil al senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), de la derecha tradicional, Jaime Guzmán, cuando salía de dar clases de derecho constitucional -fue parte clave en la Constitución de Pinochet de 1980- de la Universidad Católica en Santiago. Tras ese hecho, la llamada oficina intensificó sus operaciones.

En 2002, cuando Velasco era embajador en Portugal, dijo que el crimen de Guzmán puso en evidencia el desamparo en que el que se encontraba Chile en democracia en materia de inteligencia. Y recordó que el Ministerio del Interior, donde asumió como subsecretario en 1990, carecía de una herencia de datos orgánicos que permitieran desarticular el terrorismo en Chile, por lo que, contó, que partieron “de cero”. “Me habría gustado ser más rápido y eficiente. Nos obstaculizaban y criticaban incluso porque teníamos informantes. Las interpelaciones eran con y sin razón, reconozco que lo pudimos hacer mejor, pero cumplimos nuestro objetivo: a través de [la policía] de Investigaciones se puso a disposición de la justicia al 80% posible de los implicados directamente en el asesinato [de Jaime Guzmán], fundamentando los cargos con pruebas. Hasta ahí la responsabilidad del Ministerio del Interior”, consigna el diario Austral en 2002.

En agosto de 2019, Velasco recordó en una entrevista al Diario Financiero los complejos años de la transición a la democracia y el uso de informantes, que le fue varias veces cuestionado. Dijo que no solo los usó como subsecretario del Interior con Aylwin y Frei, sino que como ministro del Interior de Bachelet “también tuve alguno”, pues, agregó, “considero que lo importante es evitar que sucedan hechos dolorosos que impacten al país o perjudique a personas”.

El uso de informantes, rememoró, “se me ocurrió a mí porque no tenía información. Habían asesinado a Fontaine (Luis, coronel de Carabineros) y a (Jaime) Guzmán, (Marco Antonio) Antonioletti del Movimiento Juvenil Lautaro había muerto a cinco o seis personas y ¡yo no tenía información! Fuera de buscar la fórmula legal para que Carabineros e Investigaciones nos informara, tenía que tener gente de mi confianza que si iba a suceder algo, me anticipara”, relató.

Las reacciones de los políticos chilenos

La muerte de Belisario Velasco fue lamentada por varias figuras políticas chilenas, representantes de distintos sectores políticos. El presidente Gabriel Boric, quien encabeza la actual Administración de izquierdas, ha manifestado que el ex ministro “dedicó su vida entera a Chile y al servicio público”, mencionando su participación en el Grupo de los 13 y su defensa a los derechos humanos. Al mandatario se sumó la ministra del Interior, Carolina Tohá, de la centroizquierda oficialista, que lo destacó como una “figura clave en la lucha contra la dictadura y defensa de la democracia”.

La senadora de la Democracia Cristiana Yasna Provoste, que en 2021 fue candidata presidencial por la centroizquierda, ha valorado el “compromiso y valentía en los momentos más oscuros de nuestra historia” de Velasco. La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, una de las representantes de la derecha tradicional e hija del exgeneral de la Fuerza Aérea e integrante de la Junta de Gobierno de la dictadura, Fernando Matthei, definió al militante DC como “un gran hombre, valiente, de diálogos y acuerdo”.


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Sobre la firma

Ana María Sanhueza
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en justicia y derechos humanos. Ha trabajado en los principales medios locales, entre ellos revista 'Qué Pasa', 'La Tercera' y 'The Clinic', donde fue editora. Es coautora del libro 'Spiniak y los demonios de la Plaza de Armas' y de 'Los archivos del cardenal', 1 y 2.

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