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De detenido en los desahucios a la alfombra roja de los Goya

El reportero Jaime Alekos, un novato sin productora, está nominado por un reportaje sobre la ruta migratoria de los Balcanes

Luis de Vega
El fotoperiodista Jaime Alekos, durante la entrevista.
El fotoperiodista Jaime Alekos, durante la entrevista.L.V

La trayectoria del periodista Jaime Alekos, de 34 años, es circular. Comienza en 2012 documentando con su cámara protestas y desahucios en Madrid, de ahí da el salto a seguir la ruta migratoria de los Balcanes y se cierra volviendo a España para desfilar sobre la alfombra roja de los Premios Goya. “El sueño europeo: Serbia”, de 19 minutos de duración, está nominado a mejor cortometraje documental junto a otros tres trabajos. Dirección, Jaime Alekos; Producción; Jaime Alekos; Guión: Jaime Alekos. Así consta en la página oficial de los premios, que se entregan el próximo 25 de enero en una gala que se celebrará en Málaga. Las imágenes de los emigrantes duchándose con ayuda de un barreño a bajo cero y al raso en medio de impresionantes heladas dejan sin palabras.

Jaime Alekos, durante el rodaje en Serbia.
Jaime Alekos, durante el rodaje en Serbia.Rodrigo Avellaneda

¿Pero cómo llega hasta ahí este especie de “yo me lo guiso, yo me lo como”? El primer vídeo que colgó Alekos en Youtube en 2012 fue una manifestación entre la sede del PP en la calle Génova y la del PSOE en la calle Ferraz, que contó con más de 100.000 visitas de manera fulgurante. Estaba en el ajo con su cámara cuando los antidisturbios de la Policía sacaron las porras. Pronto las televisiones “empezaron a robarme contenido” para sus telediarios, cuenta Alekos en una entrevista con El País. “Y cuando te digo todas, es todas literalmente. TVE, Antena 3, Cuatro, Telecinco, La Sexta, Intereconomía, Trece, Telemadrid… Es habitual pero no legal que las cadenas busquen material en Youtube”. Por eso denunció y, tras un acuerdo de conciliación, logró que algunas de esas cadenas pagaran. Otras, no.

La calle seguía siendo la escuela de este informático renegado. “Nadie me ha enseñado y yo mismo he ido viendo cómo funciona esto”, añade para explicar cómo se le fueron abriendo las puertas para que las televisiones paguen por su trabajo. Y en febrero de 2015 fue detenido y trasladado a los calabozos de la Policía por atrincherarse junto a varios activistas, durante el conocido desahucio de la calle Ofelia Nieto. Ningún otro reportero estaba dentro de la vivienda en el momento del asalto y desalojo por los agentes. Sus imágenes marcaron la diferencia una vez más.

Eso le llevo a objetivos más ambiciosos. Y la ruta migratoria de los Balcanes estaba entonces en plena ebullición. Sus imágenes de decenas de emigrantes cruzando un río junto a la frontera entre Grecia y Macedonia en 2016 saltaron a los telediarios. “Había cámaras de grandes agencias grabando, pero yo me metí en el río y grabé de cerca”. Por la falta de medios sus imágenes no llegaron las primeras a las televisiones, pero sí contaban más de cerca el drama de esos refugiados y demandantes de asilo.

Pero esos vídeos de planos rápidos que despachan la noticia en poco más de un minuto no transmiten lo que Alekos pretendía. “Yo quiero algo más lento, contar la resiliencia, cómo se adapta la gente a esas condiciones tan duras en su vida cotidiana y a veces hasta con cierta alegría aunque tu vida sea una mierda”. Regresó a Madrid y se dio cuenta de que con lo que había grabado no podía contar una historia de largo recorrido como él pretendía. “Me peleo durante meses con el material y me doy cuenta de que no puedo contar lo que yo quiero. Fue frustrante dejar ese trabajo en el cajón, pero gracias a esa frustración vino el documental de Serbia, en el que creo que corregí esos errores”. Lo llevó a cabo durante tres viajes en el invierno de 2017 con la única ayuda de un fixer (ayudante sobre el terreno del reportero). Es una pequeña hazaña que un novato sin una productora ni un equipo detrás haya llegado a nominado en los Goya. La puerta le ha abierto la presencia de El sueño europeo: Serbia en otros festivales dentro y fuera de España.

La parte agridulde de la espiral de emociones que vive Alekos estos días se la lleva el robo de parte del equipo con el que ha hecho el documental mientras trabajaba hace unas semanas en un hotel de lujo de Madrid. Todo apunta, según ha denunciado la asociación profesional ANIGP-TV, a que es uno más de los robos que ha llevado a cabo una banda organizada especializada en equipos de fotógrafos y cámaras de televisión.

Mientras espera el desfile sobre la alfombra roja, Jaime Alekos alterna las manifestaciones de protesta que se organizan en Madrid coincidiendo con la Cumbre del Clima o con la cobertura de los partidos de fútbol de la Champions League. Esta noche descansa, asiste a la fiesta de los nominados de los Goya en el parque del Retiro.

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Sobre la firma

Luis de Vega
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear en la sección de Madrid. Antes trabajó en el diario Abc, donde entre otras cosas fue corresponsal en el norte de África. En 2024 ganó el Premio Cirilo Rodríguez para corresponsales y enviados especiales.

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