Rojas Marcos: “El Partido Andalucista, hasta aquí llegó”

Bajo vigas de madera, en una habitación con ventanas enrejadas que dan a un patio de paredes blancas y amarillo albero con suelo de loza y dos naranjos, en el mismo espacio en el que en los años 60 su líder y fundador Alejandro Rojas Marcos convocaba reuniones clandestinas junto al despacho de su padre para forjar el Partido Andalucista (PA) en una céntrica calle de Sevilla, ha culminado una historia. "El Partido Andalucista, hasta aquí llegó", ha declarado Rojas Marcos tras la decisión tomada el pasado sábado por el 78% de la formación de disolverse. "Mi vida política de partido termina aquí", ha asegurado sobre esos cimientos. 

"El acto de dignidad más importante, simbólico, difícil y valiente de la política es la dimisión y se debe producir cuando uno entiende que no puede ser fiel a sus ideas", ha dicho el líder andalucista, que ha sido el instigador de la disolución del partido por su falta de utilidad. "El pueblo andaluz es soberano y es obvio que al pueblo andaluz no le interesa un partido andaluz", ha reflexionado Rojas Marcos, quien se ha atribuido toda la responsabilidad del proyecto político. En su discurso ha resumido tres errores fundamentales cometidos durante estos 50 años, como confundir lo efímero con lo permanente durante la representación lograda en el Congreso de los Diputados, confundir lo municipal con lo andaluz cuando asumieron alcaldías de capitales, y confundir las raíces con las nubes al empezar el partido por la cabeza.

"Nosotros hemos cometido errores como los demás, pero no podemos aceptar que hayan sido más graves"

Para el líder político, a su partido le ha faltado una militancia consolidada, "un suelo firme y amplio de votantes". "No había raíces andalucistas, nos equivocamos... Creímos que Andalucía estaba lista para entender el mensaje", ha reconocido Rojas Marcos, que también ha matizado que los problemas de su partido no se han transigido como los fallos de los más potentes. "Nosotros hemos cometido errores como los demás, pero no podemos aceptar que hayan sido más graves. Estamos viendo gente imputada, gente en la cárcel de partidos que sacan mayoría absoluta. La sangre política del PA ha sido muy barata y no hemos tenido paraguas. Lo acepto como se aceptan las leyes de la naturaleza", ha considerado.

En su reflexión, el que fuera alcalde de Sevilla de 1991 a 1995, ha vislumbrado que en el futuro pueda aparecer un partido andalucista cuando la sociedad esté preparada. No obstante, ha dejado claro que no resurgirá del PA. "En esta casa se vivió la reencarnación del espíritu y la ideología de Blas Infante. Él dejó una pica en el camino y nosotros cogimos el testigo. Puede ser que un día los andaluces se convenzan como en otras comunidades, y lo tomen a partir de donde hemos llegado nosotros, pero sobre las cenizas no se construye nada. Lo nuevo, cuanto más nuevo sea, más futuro tendrá. Si resurge de lo mismo nacerá muerto".

El dirigente ha querido dejar claro en numerosas ocasiones el esfuerzo realizado por el la formación. "Es una tarea heróica y titánica que en una tierra tan vasta, intensa, potente y con una historia impresionante, el partido haya sido capaz de resistir 50 años ante la incomprensión de la gente".