La primera medida de Ribó será realizar una auditoría de Valencia
El regidor se compromete a respetar el patrimonio de El Cabanyal y revitalizar el barrio
Joan Ribó, de la coalición Compromís, fue elegido este sábado nuevo alcalde de Valencia con el apoyo del Partido Socialista y València en Comú. En una jornada plagada de gestos, Ribó decidió guardar la vara de mando porque lo considera un símbolo anticuado y alejado de su forma de gobernar. El regidor anunció que sus primeras medidas serán auditar las cuentas del Ayuntamiento, proteger el patrimonio de El Cabanyal y aprobar acciones de emergencia social. Los tres partidos intentarán el lunes cerrar un Gobierno de coalición.
El nuevo alcalde de Valencia quiere saber cómo se encuentran las arcas municipales. “Quiero pisar terreno firme”, subrayó minutos después de su investidura. Por eso la primera medida de su Gobierno será encargar una auditoría, tanto de los recursos disponibles como del estado de las contratas.
“El Ayuntamiento es la primera empresa de la ciudad y cuando te haces cargo de algo así tu obligación es conocer cómo está la situación”, explicó. El primer edil del consistorio destacó, en tono conciliador, que no desconfía de las afirmaciones de la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que el viernes, tras renunciar a su acta de concejal de la oposición, afirmó que dejaba las finanzas del Ayuntamiento con 100 millones de superávit.
La formación de Ribó, Compromís, que obtuvo 95.958 votos, frente a los 105.963 del Partido Popular, gobernará con el apoyo del PSPV-PSOE y de València en Comú. Los tres partidos tienen la mayoría absoluta —17 concejales—, que ayer permitió al político alzarse con la vara de mando municipal. Una vara que Ribó, tras cogerla, como manda la tradición, decidió guardar bajo llave “en un lugar seguro”. Fue el primer gesto de Ribó como alcalde. En el hemiciclo, y ante el asombro de concejales e invitados, dijo que respetaba mucho las tradiciones pero que le parecía una costumbre anticuada, muy alejada de su forma de pensar y gobernar. “Yo quiero trabajar con participación, con diálogo con la gente, y la vara no es la mejor expresión de ello”, aclaró. Y así se lo indicó al secretario general del Ayuntamiento, Pedro García Rabasa.
Otro de los objetivos de Ribó será revitalizar el barrio del Cabanyal-Canyamelar, que durante los sucesivos gobiernos de Barberá ha vivido bajo la presión de las excavadoras: “Protegeremos su patrimonio y lo pondremos en valor. Dejaremos atrás la destrucción y avanzaremos hacia su rehabilitación y convivencia”.
El nuevo alcalde tiene que conformar su equipo de Gobierno en los próximos días pero ya tiene pertrechadas sus prioridades, como puso de manifiesto en su alocución. Y estas pasan por adoptar medidas de emergencia social, como son la apertura de comedores escolares para los menores en riesgo de exclusión, frenar los desahucios y crear el Consejo Municipal de Medio Ambiente y la Agencia Municipal de la bici.
Con una bandera arcoiris en la mano, recibida tras su nombramiento como alcalde, Joan Ribó bajó las escaleras del Consistorio, donde posó con su grupo municipal y pidió que se abriera la puerta principal del Ayuntamiento para celebrar en la plaza con los ciudadanos su investidura, como reclamaban desde primeras horas de la mañana.
Un gesto inédito en el Consistorio con el que quiso dejar patente la apertura y transparencia de su gestión. “Quiero un Ayuntamiento con paredes de cristal. Es el derecho de la ciudadanía, ha de ser el deber del gobernante y es la mejor vacuna contra cualquier tentación de despilfarro o corrupción”, dijo.
Ribó rehuyó valorar la ausencia de su predecesora en el cargo, la popular Rita Barberá. “Quiero pensar en el futuro. Eso es pasado”, zanjó. Y destacó que la participación será otro de los ejes de su mandato. “Los tiempos del autoritarismo pasan a la historia y los sustituimos por una nueva etapa en la que las decisiones compartidas serán lo normal”, añadió.
El político habló de un tiempo nuevo que definió de “histórico”. Se refirió a un cambio para la ciudad y apostó por el diálogo y el consenso. “Hemos empezado a trabajar con València en Comú y el Partido Socialista para materializar un equipo cohesionado”, dijo de su próximo Gobierno.
Entre los invitados a la investidura estaba la presidenta de las víctimas del accidente de metro, Beatriz Garrote, el exalcalde socialista Ricard Pérez Casado y miembros de organizaciones vecinales y ciudadanas. Mònica Oltra apoyó con su presencia a Ribó.
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