“Posiblemente hemos descuidado la calle y el valor de la cohesión interna”
El expresidente del PSM y último alcalde socialista de Madrid analiza la situación del PSOE en Madrid, su futuro electoral y la irrupción de nuevas fuerzas como Podemos
Tras 41 años en el PSOE, Juan Barranco (Santiago de Calatrava, Jaén, 67 años) eligió la semana pasada, durante el homenaje anual al fallecido alcalde Enrique Tierno Galván, para despedirse como presidente del Partido Socialista de Madrid (PSM). Con su paso atrás se va una forma atípica de entender la política, con las instituciones por encima de los partidos. “¡A ver si dejo de ser el último alcalde socialista de Madrid!”, confía.
Pregunta. Hay quienes ven en su retirada, a cuatro meses de las elecciones autonómicas y municipales, una manera de marcar distancias con Tomás Gómez, el actual secretario general del PSM.
“Podemos es demérito nuestro, aparece por nuestros errores”
Respuesta. Ya tenía decidido hace tiempo que dejaría los cargos en la política, como presidente del PSM, diputado regional y vicepresidente de la Asamblea. Mi tiempo en la política había concluido. No quise dar el paso durante los procesos de primarias tras el verano, sino en diciembre… Pero se me adelantó Alfonso Guerra [RISAS][risas]. Así que, tras darle vueltas, opté por despedirme de la mejor manera: en el homenaje que cada año le hacemos a Tierno, en el aniversario de su muerte. Me pareció el momento y el lugar adecuados.
P. Gómez apenas tardó cinco minutos en encontrarle un sustituto.
R. Me pareció admirable. Pensé “¡qué reflejos!”. “¡Qué recursos!”. A Pedro Zerolo, que es un compañero entrañable, le deseo lo mejor. Sé que lo hará bien como presidente del PSM.
P. Pero como mentor que se le considera de Gómez, ¿se esperaba que le sustituyera tan rápido, en el mismo cementerio?
R. Prefiero no añadir nada más. Los hechos son más elocuentes que las palabras... El partido está por encima de todo. Cuando me llame, ahí estaré. Cuando me pida algo, yo lo daré.
“Qué reflejos”, pensó cuando Gómez tardó cinco minutos en sustituirlo como presidente del PSM
P. ¿Qué diría el Viejo Profesor de la situación política actual?
R. El vínculo de Tierno con los madrileños fue extraordinario. La expresión de dolor que hubo con su muerte, con miles de ciudadanos mostrando, de forma espontánea, su cariño, afecto y respeto, resumen su condición de símbolo. Porque Tierno fue un ejemplo de cómo se puede dignificar la política. Además de ser un gran intelectual, demostró que se puede ser político y ganarse el corazón de la gente. Conectar. Conquistar el interior de los ciudadanos. Frente al desprestigio actual de los políticos, y por lo que tenemos que hacer pedagogía dada la falta de respeto entre nosotros mismos, él dignificó la política. ¿Qué pensaría Tierno de este panorama? Que estamos demasiado pegados a la coyuntura y a los asesores de imagen. Habría que hacer política mirando más lejos. Hay que volver a humanizar la política. Actuar más con el corazón que buscando titulares.
P. ¿Comparte esa impresión?
R. Se busca la frase corta. Es lo que hay. En la Transición se tuvo la grandeza de mirar muy a largo plazo para estabilizar y lograr la democracia y la libertad en España. Ahora se está en las operaciones de marketing.
P. ¿Eso va por todos los partidos, incluido el PSOE?
R. Sí. Observas un mitin del PP y otro del PSOE y es la misma puesta en escena. El líder con un micrófono, rodeado de niñas y niños jovencitos alrededor que hacen de atrezzo o figurantes. Y si te fijas más, te das cuenta de que el político al micrófono está atento a una lucecita roja para en ese momento decir la frase. O las sonrisas tan forzadas en las fotos. El ciudadano capta cuándo se fuerza un mensaje. Más que buscar el titular, hay que buscar que el ciudadano nos crea.
“La Constitución necesita arreglos”
- P. Podemos y parte de IU se refieren a la Transición como el régimen de 1978.
- R. Estuve preso, por sindicalista, en septiembre de 1973, por apoyar a la Ejecutiva nacional de Comisiones Obreras, a la que habían detenido. Es injusto ese desprecio, ese ninguneo. Y denota falta de inteligencia. En 1977 fui diputado constituyente, y muchos de mis compañeros, sobre todo del Partido Comunista y del Partido Socialista, pero también de partidos de centro y de derecha, sabían lo que era estar preso, detenido o lo que era el exilio. Esa generación sufrió mucho para que en España hubiera libertad. Gracias a ese trabajo y compromiso hemos consolidado el periodo más largo de democracia, en paz, de la historia de España. Nuestro país tiene una historia muy cainita, de cargarse constituciones que duraban meses. Todos, izquierda y derecha, tuvimos una idea por encima de todo. Tuvimos la voluntad de acordar para consolidar un Estado libre. De esa voluntad hicimos una casa donde todos cedimos. Construimos un edificio, la Constitución de 1978.
- P. ¿Hay que revisarla?
- R. Esa casa, como todas, necesita reparaciones, arreglos, hay que rehabilitarla, pero lo que no se puede hacer es tirar la casa. Ahora toca hacer obras, pero es el hogar de todos. La obligación de las nuevas generaciones es mejorar la Constitución. No tirarla abajo.
- P. ¿Por qué el mensaje de Podemos tiene tanto tirón?
- R. Podemos vive mucho de las frases, además muy antiguas, como la de asaltar los cielos, de Marx. Hace unos años ya les conocí en Caracas, como asesores de Venezuela. Yo fui a unas elecciones como observador internacional de la OSCE y conocí, entre otros, a Juan Carlos Monedero. Palpé la revolución bolivariana y el socialismo del siglo XXI. Me pareció absurdo, pero ojo, que sacaron 1,2 millones de votos en las elecciones europeas. Es un fenómeno que está ahí y no podemos ignorar. Están canalizando el malestar que existe contra los dos grandes partidos y conviene no despreciar las señales, pero llevan muy mal las críticas. Ellos pueden cargar contra todo el mundo y plantear tirar la casa. Ahora bien, cuando se les toca a ellos, tienen más sensibilidad que un sismógrafo.
P. Llevan sin gobernar la Comunidad desde 1995 y el Ayuntamiento desde 1991.
R. Quizás porque históricamente hemos sido una federación socialista que ha tenido grandes debates porque siempre ha tenido grandes figuras. Gente que nunca ha renunciado a pensar por sí misma. Demostramos que éramos unos tigres para el debate y la discusión. Bueno, ese exceso de vitalidad interna posiblemente nos llevara a descuidar la calle y el valor de la cohesión interna.
P. ¿Cómo pueden cambiar la tendencia?
R. El primer requisito para recuperar la confianza de los ciudadanos es con la cohesión interna. Y a continuación demostrar que hay otra forma de gobernar. Si queremos ser el partido de referencia, nuestro estilo pasa por compartir el poder. Aunque ganes con mayoría absoluta. Tierno y yo tuvimos mayoría absoluta y lo compartimos con IU y sobre todo con los movimientos ciudadanos, desde asociaciones culturales, artísticas a asociaciones de vecinos. Teníamos un gran respeto a las minorías, que es uno de las esencias de la democracia. Más allá del estilo, nuestro modelo ha de ser alternativo. Distinto al de la derecha. Si conseguimos eso, podemos convertirnos en el partido de referencia para garantizar el cambio que desean cientos de miles de madrileños pero garantizando también la estabilidad necesaria en las instituciones.
P. ¿Prestando atención sobre todo los Ayuntamientos?
R. El PSOE siempre ha sido un partido municipalista. El primer cargo que tuvo Pablo Iglesias fue como concejal del Ayuntamiento de Madrid. La recuperación del PSOE será en los municipios o no será. Es en las instituciones más cercanas a los ciudadanos donde debemos demostrar que nuestros valores y modelos son posibles.
P. Hace una distinción clarísima entre PP y PSOE.
R. Sí. Son modelos diferentes.
P. Pero sin embargo, Gómez privatizó decenas de servicios en Parla en su etapa de alcalde.
R. Las fuerzas emergentes como Podemos es posible que aparezcan más por demérito nuestro que por mérito suyo. Podemos es más un síntoma que una solución. Las encuestas determinan ahora no una intención de voto, sino un estado de ánimo. Hay un rechazo muy grande a los dos grandes partidos por dos factores: la crisis y la corrupción. Hemos llegado a esta situación porque el PSOE ha cometido errores.
P. ¿Cuál es el remedio para el PSOE?
R. Tener las ideas claras, y el compromiso de que no podemos renunciar a los valores del socialismo. En el momento en que hemos tenido la tentación o hemos hecho lo mismo que las políticas neoliberales, nuestro electorado nos ha castigado.
P. ¿Es más exigente?
R. Sí. Hay dos varas de medir. A mí me parece bien que nuestro electorado sea más exigente y mucho más crítico. Dejarnos llevar por las corrientes neoliberales, buscando ese voto errático de centro… hay que afianzar lo tuyo, ser coherente. Solo así, por añadidura, conseguirás el centro. Como hemos cometido esos errores cuando hemos gobernado, como no hemos sido coherentes, lo estamos pagando. Por ahí, por los ayuntamientos, pasa la recuperación.
P. ¿Ve posible que haya seis partidos en la Asamblea de Madrid tras las elecciones de mayo?
R. Sí. Esto era una mesa donde nos sentábamos tres, luego cuatro y ahora nos podemos sentar seis. La mesa se ha abierto. Puede ocurrir. Mi gran preocupación, más allá del resultado de mi partido, es que el 24 de mayo se dibuje un mapa electoral con una gran inestabilidad para las instituciones locales. Desaparecerán las mayorías absolutas y se abrirá un gran periodo de inestabilidad. ¿A qué debemos apostar dentro de esa mesa con más comensales? A jugar con ser el partido de referencia que asegure el cambio pero también la estabilidad. Lo podemos hacer, porque el PSOE ha transformado España. Y eso fue posible porque demostramos que podemos gestionar de forma eficaz de acuerdo a nuestros principios y valores.
P. Insiste en que el PSOE debe ser el referente de la izquierda. ¿Se juega dejar de serlo?
R. Sí. Las encuestas dan un gran desplome del PP, pero nosotros no terminamos de recuperarnos.
P. El PP les ha dado argumentos con el intento de privatización de la gestión de seis hospitales, con el fiasco de Eurovegas, Ignacio González se estrenó con un recorte de 2.700 millones…
R. Por nuestros propios errores y el potencial mediático abrumador de la derecha en la región. Eso la permite, por ejemplo, que los puntos importantes del Parlamento regional se traten muchas veces a medianoche, y que no pase nada. Nos han insonorizado. No hemos sabido o podido romper esa barrera sonora. Es uno de nuestros retos.
P. ¿El PSM se mantiene cerca o se ha alejado de los preceptos y el legado de Tierno?
“Pagamos un precio más alto por uno que el PP por 30 en Púnica”
R. Los socialistas empezamos a notar hace años un desapego importante en los grandes núcleos urbanos. Detectamos que, con el transcurso del tiempo, que hemos ido perdiendo a las capas medias. En el PSOE no hemos reflexionado lo suficiente sobre esto y sobre todo no hemos puesto los remedios. Madrid es el laboratorio de todo lo que ocurre en España, aquí sucede primero, pero es que tampoco tenemos las capitales de provincia andaluzas. Tenemos ahí un grave problema, en la falta de sintonía con los grandes núcleos urbanos. Es nuestro talón de Aquiles.
P. Eso en Madrid es una tragedia.
R. En Madrid se ha acentuado últimamente tras perder el área metropolitana, aunque creo que podemos recuperar muchas localidades en estas elecciones. Tenemos muy buenos candidatos, como en Alcalá de Henares, Leganés o Getafe. La primera tarea por hacer es recuperar los feudos tradicionales de la izquierda. Tengo esperanza en que sea así, allí el PSOE está realizando una buena labor.
P. ¿Qué crítica haría a la gestión del PP?
R. La forma en que han utilizado su mayoría absoluta para aplastar a la oposición, al adversario, en la Asamblea de Madrid. No han dejado ni un resquicio, ni una ventana, al diálogo. Al entendimiento. Las mayorías aplastantes son malas para la ciudadanía. A eso hay que añadir que el PP está atravesado en Madrid y Valencia por los casos de corrupción de forma notable. Tantos años de mayorías absolutas les han llevado a pensar que eran inmunes e impunes.
P. Gürtel afecta de lleno al PP, y Púnica, pero en esta también tiene protagonismo el PSOE.
R. En Púnica aparecen 30 del PP y uno del PSOE. Nosotros, por ese, pagamos un precio más alto que el PP por los 30. Tenemos que tener mecanismos, y en su tiempo los tuvimos, para detectar una situación de esta gravedad antes de que suceda. Para ponerla fin, con contundencia. En política se juega muy duro, y para eso hay que estar muy limpio. Por eso, en casos de sospecha, hay que salir de inmediato a explicar la gestión. Casa por casa.
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