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Fotoperiodismo de museo

Una exposición de la agencia ICAL extrae imágenes de las noticias que ilustraron

Protestas del sector minero en una carretera de León.
Protestas del sector minero en una carretera de León. CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)

Socios obligados, la fotografía y el texto de un periódico no solo comparten espacio, sino que cada uno modifica el mensaje que transmite el otro. Los profesionales de la imagen reivindican tanto el valor informativo que tiene la fotografía por sí misma como su dimensión artística. “Queríamos ver qué pasa si sacábamos la imagen de un periódico, la ampliábamos y la poníamos en una pared, y lo cierto es que transmite sensaciones muy diferentes de la noticia que ilustró en su día”, sostiene Eduardo Margareto, director artístico de una exposición conmemorativa del 25º aniversario de la agencia castellanoleonesa ICAL que se exhibe hasta el 5 de octubre en el CaixaForum de Madrid.

La muestra es un relato de imágenes que ilustraron noticias y reportajes en medios de comunicación de Castilla y León entre 2003 y 2013. Porque, en palabras de Margareto, hasta 2002, ICAL —hoy un nombre, pero en su origen las siglas de Informaciones de Castilla y León—, tuvo un papel menor centrado en la política regional. A partir de 2003, y con un nuevo propietario, respondió a las dificultades económicas que atravesaba con un cambio de identidad. Entre las novedades, dar mayor importancia a la fotografía.

“Ver la imagen así, sin el texto al lado, hace que gane autoridad”, subraya Margareto, editor gráfico de la agencia. La muestra parte de la inevitable subjetividad del profesional: “Aunque se vaya a hacer una bobada a cualquier pueblo, cada fotógrafo selecciona un fragmento que siempre diferirá del que elija otro compañero. Lo que realmente importa es la mirada, captar en un segundo la esencia de lo que ocurre”.

23 fotografías religiosas o taurinas muestran la vida en Castilla y León

La exposición está compuesta por 23 fotografías seleccionadas entre un archivo con más de 300.000. La agencia, con una plantilla de 40 trabajadores, 15 de ellos fotógrafos, ha desechado temáticas como la política o los sucesos. El relato repasa principalmente la herencia histórica de la región. “Hemos apostado por temas tradicionales, más agradables a la vista, que en definitiva agrupan lo que es la Castilla y León”, explica el director artístico. El repaso recorre los festejos taurinos, las celebraciones religiosas o los rostros de sus gentes.

ICAL ha elegido imágenes que, más allá de su brillantez, pudieran ser consideradas parte de un concepto colectivo. “Lo más importante era elegir fotografías que pudieran funcionar juntas. Hemos tratado que dialogasen entre sí”.

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Un jinete purifica sus caballo en las ‘Luminarias’ de San Bartolomé de Pinares.
Un jinete purifica sus caballo en las ‘Luminarias’ de San Bartolomé de Pinares.JOSÉ VICENTE (ICAL)

En esa narrativa conversan los rostros risueños de dos ancianas de un pueblo pequeño con los de las modelos que portan los sombreros de dos diseñadores vallisoletanos en la Fashion Week. El mismo contraste se observa entre el tono relajado de Fiestizaje, un encuentro musical de El Bierzo, con la solemnidad de la Semana Santa en Zamora. “Es clave que cuando llegues a la sala no te chirríe nada, que las imágenes no se peguen entre sí y transmitan un mensaje unitario, en lo cromático y en el contenido”.

En esa narrativa, que en principio pretendía incluir 32 fotos aunque finalmente ha recortado su número por problemas de espacio, no han entrado algunas de las instantáneas más brillantes. “Es muy doloroso elegir, son compañeros. Hemos dejado a un lado fotos por otras que igual no eran tan llamativas pero sí funcionaban con el grupo. Algunas tenían mucha fuerza, pero no funcionaban igual de bien en este formato”.

Pese a esa mirada artística, el editor subraya el compromiso de su grupo con el día a día y destaca una fotografía: la vivienda improvisada de tres inmigrantes bajo un puente de Valladolid, decorada con peluches, signos religiosos e incluso un cuadro, símbolos que denotan lo permanente de su estancia.

“Hemos intentado que las imágenes dialoguen entre sí”, asegura su director

El mundo taurino es una de las principales líneas maestras de la exposición. Imágenes de los tradicionales encierros de Cuéllar (Segovia) o del Toro Júbilo de Medinaceli (Soria), fiesta en la que se cubre al animal de barro y se le coloca una cornamenta metálica con las astas ardiendo, muestran el calado que estos festejos tienen en la región. “Es un tema que aparece en miles de imágenes del archivo y tenía que estar en la exposición. Como es algo muy plástico, nos ayuda a crear un concepto común en toda la muestra”. También aparece la plaza de toros de Valladolid: “Es una corrida muy fría que representa la situación actual del mundo taurino”, explica Margareto.

Separadas de la información que en su día ilustraron, muchas instantáneas evocan a la ficción. La imagen de dos mujeres paseando en la noche bien podría pertenecer a una película de terror; unos puños que buscan romper la tela que les cubre en una recreación transforman un evento artístico de Salamanca en la lucha por la supervivencia. “Todas las imágenes son muy cinematográficas, es mi visión”, reconoce el editor. Sin embargo, en el mundo de la fotografía, tan asociado con la originalidad, la muestra defiende la sencillez: “Una imagen informativa tiene que ser clara. El lector quiere sencillez, saber lo que ocurre con una pequeña mirada. Los grandes artistas siempre han buscado la pureza”.

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