Cuatro familias desalojadas en Algete al derribar un muro medianero en una obras

Cuatro familias del centro de Algete (21.000 habitantes) se encuentran desalojadas desde la tarde del jueves, después de que unos operarios tiraran un muro medianero y resultara herida de carácter leve una mujer de 91 años. La estructura de este antiguo granero de más de 300 años y con vigas de madera ha resultado visiblemente dañada, por lo que hasta que no sea reparada no podrán volver los moradores de las viviendas afectadas y contiguas.

La caída de un muro medianero se produjo alrededor de las 14.20 en el número 22 de la calle de la Paloma, esquina a Ofelia Nieto, al venirse abajo la pared de adobe y ladrillo por un fallo en la pilotación y la estructura del nuevo edificio. Al ceder el muro, de unos 60 centímetros de grosor, se quedó al descubierto el piso bajo derecha del número 24 de la calle y parte del forjado. 

La única vecina de la vivienda siniestrada, una mujer de 91 años, sufrió un traumatismo en una pierna, mientras que el resto de ocupantes del inmueble resultó ileso, según un portavoz de Emergencias 112. La víctima fue trasladada tras ser atendida por el Summa al Hospital Infanta Sofía, en San Sebastián de los Reyes. Los sanitarios de este servicio médico también atendieron a tres personas por crisis de ansiedad. 

Los bomberos apuntalaron la terraza de la primera planta. La calle permanecía cerrada ayer al mediodía, mientras los operarios que estaban realizando la nueva construcción echaban hormigón en la estructura del nuevo edificio.

Al lugar se acercó el alcalde de Algete, César de la Puebla (PP), que explicó que la obra pertenece a unos familiares suyos, al igual que la dirección facultativa (realizada por un arquitecto primo suyo) y que cuenta con todos los permisos oficiales. El regidor espera que los trabajos para asegurar la estructura estén listos en dos o tres días y que las familias puedan regresar en ese tiempo a sus viviendas. El Ayuntamiento se ha hecho cargo de manera temporal de su alojamiento en un hotel de la localidad. Ahora están a la espera de que sean las compañías aseguradoras las que les faciliten un nuevo alojamiento.

La Guardia Civil también ha hecho una inspección ocular de la zona para determinar las causas del derrumbe y ver si existe algún tipo de irregularidad.