_
_
_
_

La casa donde Manuel Vicent aprendió a escribir

La Vilavella rinde homenaje al escritor al dar su nombre a la sede cultural del municipio

Manuel Vicent y María José Català, en La Vilavella.
Manuel Vicent y María José Català, en La Vilavella.ANGEL SÁNCHEZ

Corrían los años 40 cuando el maestro Don Manuel Segarra aterrorizaba a los alumnos de la escuela de La Vilavella con sus clases de ortografía. A aquellas aulas acudía un Manuel Vicent (La Vilavella, 1936) que no contaba los diez años. El pavor de aquellas clases lo plasmó en uno de los fragmentos de su obra Contra Paradís: “Don Manuel con voz sonora dictaba: En Onda hay una balsa muy honda. En medio de un silencio angustioso los niños escribíamos la frase en el cuaderno a rayas y el maestro comenzaba a pasearse por el filo de los pupitres”. Hasta que sonaba un sopapo que indicaba que había una falta. “El espanto acababa por rebasar del todo a la ortografía”. Escribió el periodista y escritor.

Manuel Vicent no puede evitar sonreír al escuchar este fragmento de boca de un vecino. Aquellas antiguas aulas de las escuelas públicas son ahora una moderna casa de la cultura que ayer abrió sus puertas (tras una reforma de la antigua sede) con el nombre del insigne vecino. El autor de Tranvía a la Malvarrosa se refirió a este y otros fragmentos leídos en el acto de inauguración como estampas de su tiempo. “En este espacio es donde comencé a aprender a escribir y leer, como lo han hecho en esta escuela desde la época de Don Manuel y Doña Teresita (otra maestra)”, ha dicho Vicent ante decenas de vecinos que han acudido al acto. Algunos de sus amigos y antiguos compañeros estaban ahí y se acercan a ver junto a él las fotos de la época. “Don Manuel era muy duro, cuando te daba una bofetada en un lado de la cara los dedos te salían por la otra”, recuerda uno de ellos.

Compañeros “llenos de talento” pero que la miseria de la posguerra apartó de las clases que se impartían entre las ahora reformadas paredes de la Casa de la Cultura. “Los tiempos han cambiado y ahora los chicos tienen todo abierto para llegar hasta donde puedan con todo su talento”, ha manifestado el escritor. Ahora, ha continuado, en épocas de apuros económicos “solo tenemos la inteligencia para salir de la crisis”.

Manuel Vicent ha entregado el cuaderno donde escribió a mano su libro Pascua y naranjas en 1966 al Ayuntamiento de La Vilavella como muestra de gratitud por haber puesto su nombre a la sede cultural del municipio.

El alcalde, José Luis Jarque, presidió la inauguración de la remodelación de la Casa de la Cultura, que acogerá la biblioteca, salas de audiovisuales y el archivo municipal, entre otras cosas. “Nos sentimos orgullosos de que el equipamiento cultural más importante lleve su nombre”, ha manifestado el regidor. A la inauguración ha asistido también la consejera de Educación, María José Catalá, que destacó la trayectoria del escritor de La Vilavella.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_