Portlligat, desde el olivar de Dalí
La casa del genio ampurdanés abre al público los 2.400 metros cuadrados de terreno que utilizaba para meditar y pintar


“Era un espacio para contemplar y contemplarlo, para la meditación, la reflexión y la paz; además tuvo mucho peso en su obra; todo el mundo se encontrará bien aquí”. Así define Antoni Pitxot, amigo del artista y director del Teatro Museo de Figueres, la zona del olivar de la Casa de Salvador de Dalí de Portlligat (Cadaqués), espacio de 2.400 metros cuadrados elevado frente a la bahía que ahora se abre al público y que permitirá a los visitantes sentarse a contemplar un paisaje que, insiste Pitxot, el genio ideó como “espacio de contemplación”.
“El Olivar le gustaba mucho a Dalí: siempre que pasaba por aquí se detenía a mirar, era un gran voyeur, tenía un ojo puesto a todo lugar donde hubiera un foco de interés”, asegura Pitxot. Según su amigo, Dalí “ya de muy niño había pintado estos olivos y estos bancales en muchos cuadros, le gustaban mucho estas estructuras geométricas de los bancales. Era un espectáculo que lo había disfrutado como nadie”.
Para Pitxot, “esta casa era el punto donde realmente él se sentía feliz, le gustaba la vida artística de cualquier parte del mundo, pero donde él era el Dalí de paz y auténtico era aquí, en Portlligat”. Además, ha detallado que “aquí hizo obras maravillosas contemplando estos espacios y alimentando su espíritu, ya de por sí lleno de riquezas”.
La zona tiene 2.400 metros cuadrados y unas espectaculares vistas sobre la bahía de Portlligat
Con la apertura de este olivar, detalla el secretario general de la Fundación, Lluís Peñuelas, se más que dobla el espacio exterior visitable y se amplía en 167 metros lineales el recorrido de sus patios y jardines. Además, se ha habilitado un nuevo mirador sobre la bahía de Portlligat con diversas zonas de descanso con una decena de sillas de seis patas, un tipo de silla usado por las “nodrizas”, y que utilizaba Dalí en su casa. También se ha creado un nuevo centro de audiovisuales en el que era el antiguo garaje del Cadillac del genio ampurdanés. En este espacio se proyectarán videos y documentales para dar más información sobre la vida y la obra, que completa la información que ya se da en otros puntos de la casa y en otros museos y se harán actividades pedagógicas.
Los objetivos de la apertura de este nuevo espacio son diversos. Por una parte, “permitir al visitante acceder a lugares donde Dalí tuvo una actividad creativa y ver sus piezas desde otras perspectivas”. Asimismo, “se integra el elemento del paisaje en la visita, porqué en este mirador todos los visitantes podrán disfrutar de un paisaje típico de esta zona que tanto marcó a Dalí”, explica Peñuelas. El nuevo ámbito incorpora también a la casa museo nuevos espacios de descanso y contemplación e incrementar el tiempo de estada de los visitantes. El nuevo recorrido se podrá realizar sin un tiempo prefijado y constituirá la parte final de la visita al conjunto de la casa. El número de personas que podrán tener acceso a esta nueva área será siempre limitado para garantizar “el ambiente de reflexión y paz”.
La reforma permite acceder al garaje donde el artista aparcaba su Cadillac y en el que se proyecta un audiovisual
Abrir al público esta parte del olivar ha implicado la restauración de una importante extensión de bancales con pared de piedra seca, tanto en su estructura de contención como en las escaleras de acceso. Este trabajo, llevado a cabo durante dos meses por profesionales de Cadaqués conocedores de la técnica de la piedra seca, se ha hecho siguiendo criterios derivados de la documentación de los archivos del propio Centro de Estudios Dalinianos y el testimonio recogido de la tradición agrícola y constructiva local.
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