Un trozo de parque y una marina por pagar
Los vecinos del frente litoral de Valencia y la oposición han criticado el planeamiento aprobado con los únicos votos del PP
La regidora de Valencia ha conseguido salvar los muebles en estos proyectos con grandes renuncias. El Gobierno local ha fragmentado el proyecto urbanístico del Parque Central para poder ejecutar la zona verde que recae al barrio valenciano de Russafa. Ha renunciado al soterramiento de las vías del tren, a la construcción de la estación central de César Portela y al eje pasante por falta de presupuesto. El bulevar Federico García Lorca, donde está el grueso de viviendas del plan, queda igualmente para más cuando lleguen tiempos mejores.
El Consistorio modificó el plan urbanístico del parque "para poder actuar lo antes posible". El cambio permite actuar sobre el 40% de todo el ámbito pero el soterramiento de la playa de vías, objetivo primigenio del plan urbanístico, se aplaza a cuando haya recursos presupuestarios. Con esta modificación, las obras para acometer esta zona verde comenzarán antes de 2015.
El proyecto no solo pierde sine díe el calendario para la operación ferroviaria sino que ha obligado al Consistorio a avalar el préstamo con que se hará esta gran parcela de parque. Es por 45 millones y empezará a consignarse en el presupuesto municipal de 2016. Es un aval parecido al que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) extendió a la fundación del Valencia CF, ahora ejecutado.
La Marina de Valencia, otro de sus empeños personales tras conseguir que la Copa del América viniera a la capital, está inmersa en un proceso para reflotarla. La inversión necesaria para adaptar el frente litoral a esta centenaria competición naútica se financió con unos préstamos que debían devolverse con la explotación comercial del espacio. Siete años después de que se celebrasen las regatas, el Consorcio que gestiona la dársena tiene que devolver cerca de 400 millones de euros.
El Gobierno de Mariano Rajoy no parece dispuesto a perdonar el pago del crédito. Y tampoco invertirá más dinero en el Consorcio Valencia 2007, del que forma parte junto a la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia. La Marina, que la alcaldesa definió como la “perla del Mediterráneo”, deberá sostenerse por sí sola.
El Ayuntamiento encargó al arquitecto José María Lozano un planeamiento a medida, que dedica casi monográficamente la antigua dársena a usos terciarios (bares, restaurantes, hoteles y otros espacios recreativos). Uno de los hitos del plan es la construcción junto al emblemático edificio del Reloj de un hotel de hasta 30 alturas.
Los vecinos del frente litoral de Valencia y los grupos políticos de la oposición han criticado el planeamiento escogido y aprobado con los únicos votos del PP. Lamentan que no se haya consensuado con el conjunto de la ciudad y apenas prevea espacios de uso ciudadano. Ante las críticas, el Gobierno local responde: “De algún modo hay que devolver el crédito”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.