La capa que todo lo tapa
La barbarie sigue formando parte del ADN de sectores del PP
En este país, el valenciano, digo, las señas de identidad han sido utilizadas históricamente para dividir a la sociedad. De esa confrontación, conocida como “la batalla de Valencia”, la derecha salió reforzada, la izquierda, debilitada, y los ciudadanos que habitamos el antiguo Reino de Valencia, destrozados. La creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, sugerida por Jordi Pujol, ordenada por José María Aznar, y creada por Eduardo Zaplana con el concurso de Francisco Camps, acabó con estériles disputas en las que solo persistieron grupúsculos de extrema derecha e individuos asilvestrados. Pero la barbarie sigue formando parte del ADN de sectores del PP. Especialmente de algunos que se sientan en la mesa del Consell que inútiles e incapaces de encontrar soluciones a la infrafinanciación autonómica, al paro, a la deuda y a las desigualdades sociales han encontrado en el idioma la capa con que tapar sus miserias, a costa, una vez más, de unos ciudadanos que reclaman más trabajo y menos milongas.
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