Agenda de la semana

Diez años de notas de paz

La idea original se concibió hace 15 años. Nació en dos mentes, aparentemente distantes, pero que resultaron muy cercanas. El músico argentino-israelí Daniel Barenboim y el intelectual palestino Edward Said pensaron en crear un taller para jóvenes con músicos de Israel y otros países de Oriente Medio con el propósito de conciliar su desarrollo musical con la superación de rivalidades. Cinco años después, la Junta avaló este proyecto con la creación de una fundación con los apellidos de los dos impulsores del proyecto. Su propósito: contribuir a la paz, el diálogo y la reconciliación mientras se investiga y experimenta con la música. Una década después Sevilla y Cádiz acogen conciertos para celebrar este aniversario.

El concierto sevillano se celebrará este domingo en el Teatro de la Maestranza (20.30). El programa incluye el segundo acto de Tristan e Isolda de Richard Wagner a cargo de la orquesta West-Eastern Divan, la idea primigenia que Barenboim y Said desarrollaron en 1999. También participarán solistas líricos de primera línea como Peter Seiffert, Iréne Theorin, Lioba Braun, Falk Struckmann y Graham Clark.

La cita gaditana es en el Gran Teatro Falla el próximo martes 21 de enero. El propio Daniel Barenboim dirigirá la orquesta con la sinfonía concertante de Mozart y la número siete de Beethoven. Las entradas, al igual que las de Sevilla, se agotaron a los pocos días de ponerse a la venta.

El décimo aniversario de la fundación, como también lo fue el de la creación de la West-Eastern Divan, es la perfecta justificación para una gira musical que llevará a la orquesta por otros puntos como Huelva o Granada. Lo hace justo una década después de que este trabajo se asentara en Andalucía, como la sede perfecta para perpetuar el esfuerzo para unir música y paz en un mismo concepto.

En los días previos a este cumpleaños, el músico Daniel Barenboim ha mostrado su “felicidad” por los logros conseguidos en esta década pero, sobre todo, por el futuro que queda con proyectos como la academia de estudios orquestales y el de educación musical infantil. Ambos con sede en la comunidad andaluza.

Tous y Nieto van a medias

Tras compartir aventuras en la pequeña pantalla (en la serie Los hombres de Paco), Paco Tous y Pepón Nieto se reencuentran en Mitad y mitad. La obra de Jordi Sánchez y Pep Antón Gómez es una comedia negra en la que los actores encarnan a dos hermanos que mantienen una extraña relación con su madre enferma. “En toda comedia hay algo de drama. En España nos reímos de casi de todo”, explica Nieto. El montaje, dirigido por Pep Antón Gómez, estará en el Teatro Lope de Vega de Sevilla del 22 al 26. Ambos actores ponen en escena una comedia de enredo con ingredientes como la crisis o las relaciones familiares. Tous interpreta a un empresario al borde de la quiebra y Nieto a un profesor que quiere conocer mundo tras pasar su juventud cuidando a la madre. Durante una larga noche, los hermanos llegan a la conclusión de que no quieren que su madre se cure ni tampoco que siga sufriendo. Una vez que las cartas están sobre la mesa, ambos idean distintas formas para ayudarla a morir, algo que no les resultará tan fácil. “Mitad y mitad refleja lo miserable que se puede ser por dinero”, critica

Dos invitados con arte

El malagueño Pedro Alarcón ha convertido su vivienda en un centro de arte. Desde noviembre, este comisario artístico abre su casa para que los artistas lleven a cabo en alguna de sus estancias acciones creativas. “Yo lo que quiero es que aquí sucedan cosas”, dice. Hasta el 9 de febrero, Casa Sostoa, que así ha rebautizado su domicilio, acoge Una casa no es un hogar, una muestra en la que dialogan los pintores andaluces Miguel Gómez Losada (Córdoba, 1967) y Joaquín Peña-Toro (Granada, 1974), quienes exponen en el estudio y el dormitorio de invitados, respectivamente. “Es un cara a cara entre dos pintores que comparten el mismo lenguaje plástico y, en este caso, el argumento: que un hogar no lo conforma el sitio, sino las personas que lo habitan y las vivencias que en él tienen”, explica Alarcón. Partiendo de trabajos anteriores ambos pintores desarrollan nuevas series —Familia Alarcón-Ramírez y Sala de espera—, que reúnen cerca de una treintena de obras que ahondan en cómo conformamos nuestro paisaje doméstico a partir de los objetos y la memoria.