Adiós también a ‘Ciudad de Alcoy’
Quiero dejar constancia, en la despedida, de que este periódico local ha constituido para mí una fuente inagotable de información y de datos
Este último viernes de mes, de camino al centro de la ciudad, dos personas me comunicaron que me quedaba poco para escribir en el Ciudad de Alcoy. Además, una colaboración en el periódico local del día siguiente me confirmaba lo que ya era de dominio público desde hace algún tiempo: la desaparición y cierre del periódico Ciudad de Alcoy para finales de abril de 2013, tras 60 años de vida. No voy a entrar en el análisis y en el debate de las causas de tan luctuosa noticia. Simplemente quiero dejar constancia, en la despedida, de que este periódico local ha constituido para mí una fuente inagotable de información y de datos para un trabajo de investigación titulado De la Escuela Industrial al IES Cotes Baixes-Alcoi: Cronología contextualizada y apuntes para la historia de un centro centenario, con especial atención al periodo 1979-2009. Así queda allí reflejado en las múltiples citas y referencias. Espero que este libro esté disponible en las librerías a lo largo del año si es que la crisis económica en la que nos encontramos inmersos no acaba con nosotros antes de que finalice el año. Verán, si es que lo ven, la utilidad y trascendencia de un periódico local no solo para el presente, sino también para el futuro.
Y nadie podrá decir que no estábamos avisados. A finales del año 2011, Ramón Climent Vaello, su director, informaba de la grave situación, pero parece ser que nadie le escuchó. Desgraciadamente ha llegado ese día y es un poco tarde para los lamentos. En aquellas fechas, enfrascado yo en mi trabajo, acudía a la biblioteca a hurgar en el pasado, y pensaba que tal y como iban las cosas, y teniendo en cuenta la poca tradición existente en cualquier instancia de dejar constancia escrita de lo que sucede en el día a día en nuestro entorno, sería muy probable que en un momento dado acudiéramos al periódico local en busca de datos para descubrir con sorpresa que ya no disponíamos de una fuente importante de documentación.
Así pues, como decía, en momentos que se vislumbraban difíciles, su director, con su visión sagaz, dejó escritos los párrafos que transcribo: “Nuestras páginas han servido, sirven y seguro que servirán, para que numerosas entidades y asociaciones puedan escribir su historia en los últimos sesenta años. Muchas efemérides alcoyanas han sido documentadas, expuestas y participadas porque Alcoy tiene un periódico, porque disponemos de una hemerotecas de miles de páginas en las que está escrita nuestra historia oficial y nuestra historia cotidiana, la historia de cuanto constituye el cuerpo social de nuestra comunidad” (22.12.2011:5).
Si queremos lamentarnos, lo podemos hacer tranquilamente, ya que hubo un segundo toque de atención, esta vez más drástico, no hace tanto tiempo, exactamente el 7 de febrero de este año. En esa ocasión se nos avisaba de que sería deplorable que “la hemeroteca más importante de nuestra historia, referencia para investigadores, historiadores y cronistas”, desapareciera como ha sucedido con tantas otras cosas, por no haber sabido apreciar lo que día a día se nos ha ofrecido durante tantos años.
En la misma línea, Floreal Moltó, miembro de la plantilla desde 1966 hasta 1998, resumía la trayectoria del periódico alcoyano con motivo de la celebración de su 60° aniversario: “En estos sesenta años de contacto con sus lectores, por las páginas del periódico han aparecido miles de personas a lo largo de casi nueve mil quinientos números publicados. Todo lo que se movió en este pueblo tuvo su reflejo en el periódico. Las aproximadamente doscientas mil páginas editadas a lo largo de seis décadas aunque no sean la única fuente serán de consulta obligatoria para aquellos historiadores que quieran sabe casi todo lo que pasó en Alcoy desde de 1953. Nuestros redactores, los fotógrafos, los colaboradores y hasta los anunciantes han sido como ocasionales notarios de aquello que ocurría en esta ciudad en su momento” (Especial Ciudad de 10.03.2013:6).
El veterano Floral Moltó nos comunicaba el sábado pasado el estoque final. Esta vez me he permitido la libertad de cambiar el tiempo verbal entre corchetes. He sustituido el condicional del texto original por el del pretérito perfecto, ya que expresa el resultado presente de una acción anterior: Alcoy “se [ha quedado] sin un medio que, durante sesenta años y con más sacrificios de los que puedan imaginarse, ha estado sirviendo a la ciudad ‘como querida fiel y desinteresada’, según escribió hace muchos años el fundador de Ciudad, Rafael Coloma Payá. Pero ahora la crisis se lo está llevando todo por delante, una crisis de la que ningún político, ni los de antes, ni los de ahora aseguran que son culpables. Probablemente los culpables seamos los ciudadanos, sí, pero por haberles votado” (27.04.2013:22).
Poco más que añadir a este triste acontecimiento para la historia y la cultura de Alcoi y su comarca. Si acaso, recordar las últimas palabras de Hamlet cuando, en el momento de morir, lanza un hondo suspiro y exclama: “El resto es silencio”.
Bartolomé Sanz Albiñana es doctor en Filología Inglesa
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