Fallece Arcadi Blasco, el artista que colocó la materia en sus cuadros
El pintor de 85 años recibió numerosos galardones por su trayectoria vital y cívica
El escultor, pintor y maestro ceramista Arcadi Blasco ha fallecido este viernes a los 85 años en Madrid. El narrador de objetos, nacido en Mutxamel (1.928), fue un artista comprometido, trabajador, humilde que de pequeño quiso estudiar música y acabó pintando cuadros en los que elevó a categoría de arte la cerámica.
El artista, comprometido y de izquierdas, sentía cierto vértigo al observar su vasta obra con el paso del tiempo. "Hay algunas que no recordaba, casi no las reconozco", admitió Blasco en 2008 con motivo de la inauguración de una exposición antológica en la Universidad de Alicante. En aquella ocasión varias instituciones cedieron obras para la exposición, como el Museo Reina Sofía, el de Cerámica de Manises, el de Arte Contemporáneo de Alicante, Museo de Elche, CAM, Diputación de Alicante y otras entidades tanto públicas como privadas.
Arcadi Blasco atesora una gran cantidad de galardones, recibió el Premio de Bellas Artes de la Generalitat, el Maisonnave de la Universidad de Alicante o la Medalla de Oro de Manises. Sus obras forman parte de las colecciones de museos tan importantes como el Reina Sofía de Madrid y en la actualidad, se muestran sus últimas piezas en la Universidad de Alicante.
Arcadi Blasco, licenciado en Bellas Artes por la Real Academia de San Fernando de Madrid, fue pensionado en la Academia de España en Roma y representó a España en la Bienal de Venecia de 1970, y está considerado como un excelente ceramista de reconocido prestigio a nivel mundial que realizó numerosas exposiciones y cuenta con esculturas, vidrieras y murales en espacios públicos de todo el mundo.
Arcadi Blasco inició su formación artística en 1947, en el Círculo de Bellas Artes de San Carlos, de Valencia. Becado para la Academia Española de Roma, coincidió allí con otros pintores con los que luego colaboraría, como José Vento, Hernández Mompó o Rafael Canogar. En esa década de los cincuenta, tras una primera toma de contacto con la cerámica italiana, amplió conocimientos en el taller alfarero de Pedro Mercedes, en Cuenca (1956), así como en el sevillano de Cerámicas Montalbán --en el barrio de Triana--, y en la localidad de larga tradición alfarera de Agost, en Alicante.
En 1955 compartió su primer taller, en la nave cedida por el arquitecto Luis Feduchi, con José Luis Sánchez, Jacqueline Canivet y Carmen Perujo. Ese año y el siguiente, y mientras comenzaba a trabajar en su serie de cuadros cerámicos (1956-64), expuso sus pinturas en muestras colectivas como la Décima Trienal de Milán o la itinerante 'Arte Joven', junto a los manchegos Canogar y Antonio López o los madrileños Lucio Muñoz y Luis Feito. Más tarde trasladaría el taller a su población natal, donde a lo largo de los años sesenta desarrolló sus creaciones, de grandes proporciones, que se han convertido en hitos de referencia urbana.
En 1970 representó a España en la Bienal de Venecia con ejemplos de su serie Propuestas ornamentales, y posteriormente, entre 1979 y 1982, viajó junto a la especialista en cerámica popular Natacha Seseña, la colaboradora de ésta, Margarita Sáez y el fotógrafo Agustín Rico, componiendo un trabajo de campo que tenía como finalidad documentar la labor de los alfares supervivientes por aquellos años en Castilla la Nueva. Además, en 1983 trabajó en Colmenar de Oreja (Madrid), junto al maestro tinajero Eugenio Crespo.
Entre las grandes esculturas y murales cerámicos del autor, se encuentran piezas que pueden verse en diferentes puntos de las Autopistas del Mediterráneo. Otras obras en lugares públicos son Monumento a la Constitución (1986) en Alicante; Homenaje a la Dama de Elche (1987) en la avenida de la Libertad, en Elche; el Monumento al Pescador (1989), en El Campello o la Plaza del Zodiaco, en el barrio madrileño de Palomeras.
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