A la hora de bautizar al mercado Las Letras, se buscaron, en recuerdo del famoso Mercado de las Pulgas, nombres de animales vinculados al barrio. Se habló de león, por la calle, y gatomaquia, por la obra de Lope. Finalmente, se eligió la rana, que da buena suerte. Este animal poblaba los huertos del convento de San Jerónimo, que se extendían por gran parte de lo que hoy es el barrio. Eran tantas y tan ruidosas que dieron nombre a una principales calles, Cantarranas, desde 1844 llamada Lope de Vega.CRISTÓBAL MANUELEn la iniciativa participan desde novísimas tiendas 'vintage' hasta comercios con solera, como la Platería López, fundada en 1918. Uno de sus responsables, Antonio López (en la foto, con el jarrón chino), subraya la importancia de poder tener la puerta abierta un día al mes. Ellos, por seguridad, o más bien por falta de ella, se ven abocados a mantenerla cerrada. En la foto, Antonio y su hermano, a la izquierda, durante los preparativos para el mercadillo.CRISTÓBAL MANUELCon una decoración muy cuidada que saca partido a los vestigios de un antigua tienda, este comercio especializado en regalos abrió hace siete años, como cuenta Charo, una de las dueñas. Ofrecen desde vinilos a ropa, libros, juguetes antiguos y reproducciones, cajas de música, obra gráfica, dibujos... "Participamos en el proyecto desde el principio y notamos mucha más afluencia de público. Las ventas, depende".CRISTÓBAL MANUELAndrés Culebras, empresario y presidente de la Asociación de Comerciantes del Barrio de Las Letras, explica que una de las características de la zona es que es un "barrio heterogéneo, donde conviven desde artesanos a ultramarinos con librerías de libro antiguo, galerías de arte, tiendas 'vintage', arreglo de bicis…”. En la foto, Jose, el dueño de Tosca, monta su decoración especial para el mercado.CRISTÓBAL MANUELMuchas tiendas aplican el día del mercado descuentos de entre el 5 y el 15%, promociones tipo dos por uno, pequeños regalos como pañuelos y otras iniciativas de ocio y gastronomía como degustaciones, música en directo, proyecciones de cine, recitales de lírica, artesanos haciendo zapatos a mano, danza oriental, actividades para niños… A partir de marzo, añaden el Teatro de las Ranas.El viernes por la tarde previo a la celebración del Mercado de Motores empiezan a montar los puestos por la tarde y les dan las dos de la mañana afinando detalles. Son 30 tenderetes de diseñadores emergentes, pequeños comerciantes y vendedores 'online'. En la foto, Laura Pestana (a la izquierda), una de las dueñas de Mid Tempo, transporta la la silla de la pelicula 'Emmanuelle', su joya de la corona para esta edición.CRISTÓBAL MANUELGracias a Internet, se ha regresado a un concepto de venta más tradicional, directo y sin intermediario, pero la red no permite (aún) tocar ni sentir. “Ese es el papel de los mercados como ventana, como punto de conexión con el público”, explica Juan Fraile, promotor del Mercado de Motores.Juan Fraile quiso probar si su idea podía funcionar y montó una venta puntual de bicis clásicas y antiguas traídas de Europa. Y funcionó: vendió 40 en una hora. Fue el germen de su mercado. En la foto, modelos listos para su venta este fin de semana.Preparativos en el puesto de Sandy Moragón y Jorge Portela, que decidieron montar su tienda online porque las gafas "cada vez peores y más caras" sino que, encima, son fragantes réplicas de modelos de antaño. Las recuperan de 'stocks' muertos por todo el mundo.CRISTÓBAL MANUELTres de los nuevos comerciantes de mercadillo durante los preparativos en el aparcamiento de la nave de motores. Como novedad, esta edición los particulares podrán montar su puesto de venta de objetos de segunda mano por un alquiler de 25 euros al día.CRISTÓBAL MANUELEl Mercado de Motores cuenta con un bar y con una cafetería dentro de la nave, en la que se puede tomar café Nespresso y bollería artesana y no congelada.Como promotor de un mercado, Juan Fraile asegura que lo más importante es una buena selección, para que el producto sea “bueno, variado, auténtico, de calidad y especial”, nada de “relleno”. Como ejemplo, pone a Pretzels, que estas originales bufandas que se usan en cuello o cabeza, a modo de gorro.Lara Díez, responsable del Rave Market, que se celebra en el centro social autogestionado Tabacalera en Lavapiés, es una convencida de que a las cosas, “sobre todo a las que te estorban, hay que darles una segunda oportunidad”. En la foto, Leyre y Cia junto a su puesto con ropa de segunda mano retro y 'vintage' en la Nave Central del edificio.El Rave Market de Lavapiés, explica su responsable Lara Díez, se diferencia de otros en que responde a un "concepto es mixto, mercado de segunda mano y fiesta". Tienen "música en directo todo el día" desde electrónica a cantautores pasando por pop y grupos emergentes. "La participación está abierta, solo hay que enviar una maqueta".
