El BNG aplaude el adelanto pese a que lo atribuye a “órdenes de Rajoy”

“Este adelanto nos coge preparados para liderar la alternativa de cambio en Galicia”. Con esta rotundidad recibió ayer el candidato a presidir la Xunta por el BNG, Francisco Jorquera, la decisión de Alberto Núñez Feijóo de anticipar los comicios autonómicos al próximo 21 de octubre. Las insistentes llamadas de los nacionalistas a un adelanto de la cita con las urnas “cuanto antes” tuvieron al fin respuesta, pese a que, según Jorquera, la decisión no responde a una convicción del presidente, sino a “órdenes del Gobierno central”. “Feijóo demostró en múltiples ocasiones que quería agotar legislatura en marzo, tanto por su intención de reformar la ley electoral como por la reciente activación de la comisión de investigación de las cajas. Esta decisión responde a órdenes del Gobierno central porque al PP, a nivel estatal, le conviene despejar los procesos electorales para continuar con su política de recortes y austeridad”, señaló el nacionalista.

Con todo, Jorquera se congratuló por un anticipo que no solo permitirá al Bloque dar la batalla por gobernar la Xunta en menos de dos meses, si no que también le beneficia electoralmente, al coger en pleno proceso de reorganización a Compromiso por Galicia y a la Anova-Irmandade Nacionalista de Xosé Manuel Beiras, las formaciones surgidas a raíz de la escisión de Máis Galiza y Encontro Irmandiño, respectivamente, y que podrían competir por un espacio importante en el tradicional caladero electoral del BNG.

Además, al debate de la reconfiguración de las fuerzas minoritarias se ha sumado en las últimas semanas Esquerda Unida, la formación que lidera Yolanda Díaz y que hizo un llamamiento a conformar una “Syriza gallega” que unifique a las fuerzas “anticapitalistas” bajo una misma candidatura. Una cuestión que se entendió como un guiño a los de Beiras, más escorados a la izquierda, pero que dejaría fuera de juego a Compromiso por Galicia, que pretende hacerse con un espacio hegemónico dentro del nacionalismo más templado.

En este sentido, las escisiones que se sucedieron a lo largo de febrero y marzo parecen no haber hecho mella en un BNG que el pasado 25 de julio, Día da Patria, logró mantener, o incluso superar, su capacidad de movilización con respecto a años anteriores y que, según las encuestas que manejan los partidos, se mantendría en torno a los 12 diputados que obtuvo en 2009. Para Jorquera, el Bloque tiene “el trabajo hecho” y “está dispuesto a liderar la alternativa a las políticas de recortes y de recentralización del Estado”. “Somos el referente de la Galicia que reclama otra orientación de las políticas públicas y estamos comprometidos para transformar el descontento en alternativa de cambio”, manifestó.

El frente nacionalista afronta así los comicios en un momento de aparente tranquilidad interna, con una oposición a la línea oficial muy debilitada y con una UPG que copa los puestos de mayor relevancia organizativa: Jorquera como candidato a la Xunta, Guillerme Vázquez —no es militante pero sí próximo— como portavoz nacional, y Ana Pontón como portavoz en el Parlamento. Los nacionalistas llegan también a estas elecciones con otra novedad: por primera vez en su historia se presentan con una dirección bicéfala después de que Beiras primero y Anxo Quintana posteriormente concentraran portavocía y candidatura en su persona.