“Castellón se merece un proyecto como la Ciudad de las Lenguas”
Alfonso Bataller (Castellón, 1960) llegó a la alcaldía de Castellón de forma precipitada para sustituir a Alberto Fabra. Su reto era sanear las cuentas públicas y su primer año de mandato se ha caracterizado por la subida de tasas e impuestos.
Pregunta. Cuando Alberto Fabra le eligió como sucesor apenas llevaba un par de meses de experiencia en la vida municipal, ¿por qué cree que le eligió?
Respuesta. Vine de la mano del anterior alcalde y lo hice con una visión muy clara: profundizar en el área económica y mejorar la situación financiera del Ayuntamiento. Cuando ocurrieron los hechos por los que tuvo que irse a la presidencia de la Generalitat Valenciana, lo lógico es que fuera yo el alcalde, ya que él había confiado en mí como su mano derecha.
P. Heredó un Ayuntamiento con una deuda viva de 110 millones y un déficit a financiar de 33,9 millones. ¿En qué situación está ahora?
R. Ahora tenemos una deuda de 140 millones debido al plan de pago a proveedores, pero también hemos ido amortizando bastante de lo que había. Sé que no acabaremos con las cuentas equilibradas este año porque han llegado facturas importantes y, por ejemplo, por el sobrecoste de 400.000 euros que va a suponer el aumento del IVA.
P. En este tiempo ha asumido el concepto de quien lo usa lo paga para subir tasas y crear nuevas que han generado malestar. ¿Vamos hacia el pago total de los servicios públicos?
R. Cuando llegué analicé desde cuándo no se actualizaban estas tasas, algunas eran del siglo pasado y tenemos que hacerlo por justicia. ¿Por qué tienen que pagar unos vecinos por unos gastos que hacen otros? Como máximo, lo que haremos será repercutir el aumento del IVA en esos precios, pero no vamos a subirlos, continuaremos con nuestra política de reajuste de algunos servicios que utilizan algunos ciudadanos y cuyos costes no cubren el 50% o 60%.
P. No obstante, con el plan de ajuste no se ha tocado nada del gasto de la corporación como el uso de coches oficiales, sueldos o el recorte en número o retribuciones del personal de confianza. ¿Por qué?
R. Cuando empezamos la legislatura ya eliminamos cuatro asesores, redujimos un 15% de sueldo y congelamos las retribuciones en fin de año. Si es preciso y viene un decreto estatal que dice que fijará la retribución de los alcaldes, lo asumiremos. Creo que es muy acertado porque es paradójico que aquí pueda haber funcionarios que ganen más que el alcalde o que el alcalde gane más que el presidente de la Generalitat. Eso hay que regularlo.
P. Si ha habido algo que ha marcado la agenda municipal han sido sentencias como la que ha anulado por segunda vez el PGOU. ¿Cuándo tendrá Castellón un nuevo plan?
R. Tenemos una sentencia que nos hace retrotraernos al PGOU del siglo pasado. En la situación de crisis en la que no hay proyectos que compren terreno y que se expanda la ciudad no es algo que me preocupe. Me preocupa la situación de desamparo en cuanto a que no sabemos a qué atenernos, porque hemos cumplido siempre lo que nos dicen los jueces. Antes de final de año tendremos elaborado y recogidas todas las alegaciones del PGOU y podremos volver a solicitar la aprobación. Para marzo o abril de 2013 tendremos ya un plan aprobado.
P. Otra sentencia heredada de la gestión de Alberto Fabra es la que considera ilegal el paso del Tram por el parque Ribalta, un proyecto que él defendió pese a las denuncias ciudadanas.
“Sé que este año no acabaremos
R. Esta sentencia me ha preocupado más. Soy muy respetuoso con la justicia pero muchos vecinos me paran y me dicen que ha quedado precioso. Tengo mis temores de que nos toque variar el proyecto e incurrir en más tiempo y más coste para la sociedad. Hay que ser práctico y voy a pelear para mantener el proyecto inicial, si lo perdemos en los juzgados tendremos que adoptar otra solución. El Tram no es barato, pero tampoco lo son los metros ni los tranvías y Castellón se lo merece.
P. Dice que el Ribalta ha quedado ahora mejor, pero el TSJ dice que esa obra es ilegal. ¿Hay un plan B por si el recurso no sigue adelante?
R. De momento el plan B ha sido recurrirlo y ganar tiempo para analizarlo y para ir viendo cómo van acabando las obras.
P. Tras siete años de estudios, un máster plan aprobado y la con situación de crisis se ha encargado un plan de negocio para la Ciudad de las Lenguas. ¿Aún lo ve viable?
R. No sé por qué no se había madurado más, creo que porque no se ha puesto en marcha el aeropuerto. El terreno es de la ciudad y el aeródromo del Grao (que se ubica en esos terrenos y que se pretende trasladar al aeropuerto de Vilanova) no puede estar otros cincuenta años allí porque la ciudad necesita esa zona de expansión. Los terrenos son del ayuntamiento y solo poniéndolos, y con la colaboración público-privada, ya deberíamos tener casi rentabilizado lo que es la construcción de estos centros docentes y zonas de ocio. Cuando acabe la legislatura espero tener definido el cómo rescatar ese terreno para la ciudad y no tengo problemas en seguir dando una concesión al aeródromo hasta que no tengamos el proyecto definido, pero ya no sería gratuita.
P. ¿Confía en la puesta en marcha del aeropuerto?
“La Generalitat por sí sola no puede
R. Confío mucho en la puesta en marcha del aeropuerto porque así este proyecto arrancará con más facilidad. Todo el mundo que lo revisa nos pregunta cómo está comunicada Castellón y les digo que muy pronto con AVE y con aeropuerto, pero aún no está ni con AVE ni con aeropuerto.
P. Dijo en su día que al igual que Valencia con CACSA y Alicante con Terra Mítica, Castellón necesitaba relanzarse con un proyecto emblemático como este. Entre ambas acumulan deudas de casi mil millones. ¿Por qué la Ciudad de las Lenguas sí que va a funcionar?
R. Porque de lo contrario no lo pondría en marcha. Soy responsable para saber que la Generalitat por sí sola no puede hacerlo, tiene que ir de la mano de la colaboración público-privada y en esos dos proyectos el terreno no era de la Generalitat y en nuestro caso sí. No sería responsable si le dijera a la Generalitat que invirtiera lo mismo que en estos proyectos, sería suficiente con un 12% o 15% de lo que se ha invertido en esos grandes proyectos. A nosotros nos ha tocado lidiar con estos momentos difíciles y no puedo decir que quiero el Centro de Convenciones de Calatrava, la sede de la VIU… Prefiero centrarme en proyectos que den visibilidad a la ciudad y en desarrollar este. Castellón se lo merece.
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