El ‘tiro de chimenea’ de las montañas agrava los incendios en Valencia
La montaña succiona el aire caliente y lo hace subir a más velocidad, según explica el decano del Colegio de Ingenieros de Montes
Las laderas de las montañas causan un "tiro de chimenea" que agravan el impacto de los incendios forestales en comarcas abruptas y de difícil acceso como el de las zonas afectadas por el fuego en la provincia de Valencia.
En declaraciones a Efe el decano del Colegio de Ingenieros de Montes, Carlos del Álamo, ha explicado que la montaña "succiona" el aire caliente y lo hace subir a mayor velocidad, como consecuencia de lo cual "se aviva el fuego y se hace más virulento, típico de las zonas de montaña". A esto se une, según el decano y ex consejero de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia (1997-2003), lo que los ingenieros de montes llaman el "30-30-30": rachas de viento por encima de los 30 kilómetros por hora, temperaturas superiores a 30 grados y una humedad relativa del terreno inferior al 30 %.
Según Del Álamo, estos incendios se sitúan probablemente entre los peores de las dos últimas décadas en España, entre los que ha recordado el de Moratalla (Murcia), que acabó con 25.000 hectáreas en 2004.
Según Protección Civil, de acuerdo con los datos suministrados por la subdelegación de Gobierno en Valencia, hasta el momento se han quemado en torno a 20.000 hectáreas en la zona de Cortes de Pallás y Andilla.
En ambos casos, ha añadido el decano, se trata de comarcas "muy abruptas, montañosas y de difícil acceso", en las que el principal valor ambiental es su función de protección del suelo (frena la erosión y desertización), aparte del valor de la flora y la fauna.
En la zona del Mediterráneo, las fechas de mayor riesgo forestal se produce en esta época del año y a finales de julio y primeros de agosto se atenua gracias a las tormentas estivales.
A esto se une el efecto "30-30-30": viento por encima de los 30 km/h, temperaturas superiores a 30 grados y una humedad relativa del terreno inferior al 30 %.
Tras recordar que el 95 % de los incendios son motivados por la mano del hombre, el ex conselleiro ha señalado que la evolución de los incendios dependerá en buena medida del comportamiento de las condiciones meteorológicas, en especial del viento.
Si el viento cambia su dirección, el fuego avanzará en sentido contrario sobre las zonas ya quemadas, ha concluido Del Álamo, en cuya opinión la clave está en la concienciación ciudadana
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