Una cárcel sin personal a la vista
Instituciones Penitenciarias deja en el aire la apertura de la prisión de Archidona
La nueva cárcel de Archidona (Málaga) se construye a buen ritmo, pero los funcionarios que trabajarán en ella no se divisan en el horizonte. En la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, sólo quieren hablar de las obras, que prevén finalizar para finales de 2012 o principios de 2013. La puesta en marcha es otra historia. El centro necesitaría una plantilla de unos 600 trabajadores, de los que 500 serían funcionarios. No hay convocatorias de empleo público a la vista.
El sindicato CCOO asegura que el nuevo director de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, quiere retrasar todo lo posible la recepción de las instalaciones. Esta demora busca un ahorro en el coste de mantenimiento, ya que, incluso con el centro cerrado, su conservación puede llegar a suponer un desembolso de cinco millones anuales.
En la Subdelegación del Gobierno de Málaga afirman que el Gobierno del PP mantiene su compromiso con la construcción de la prisión, ejecutada ya en un 70%. “No hay constancia de ese supuesto retraso en la entrega”, mantienen. Un portavoz de Instituciones Penitenciarias considera que no es el momento de hablar de la apertura, ni de ponerle fecha. “Todavía queda un año hasta que se entreguen las obras, pueden pasar muchas cosas y cada centro tiene sus ritmos”, argumentos.
Los sindicatos mantuvieron un encuentro formal con los nuevos representantes de Instituciones Penitenciarias el 14 de febrero. “Lo único que comparte CC OO con el nuevo equipo es la determinación de no abrir ni un centro más sin funcionarios”, explica Juan Carlos Blanco, representante de prisiones del sindicato en Málaga. “Son conscientes de que la situación es muy mala, llevamos 2 ó 3 años sin convocatorias de empleo lo suficientemente amplias, y cuando se construye una prisión hay que prever el personal que se necesita”, añade Francisco Macero, miembro del sindicato Acaip. Todo depende de los Presupuestos Generales del Estado de 2012, que el Gobierno de Mariano Rajoy prevé presentar en marzo.
Ya se ha ejecutado el 70% de las obras, presupuestadas en 117 millones
En los dos últimos años se ha roto el ritmo de crecimiento de la población reclusa, algo que está dando un pequeño respiro a sus funcionarios, obligados a trabajar en centros con ocupaciones superiores a las estipuladas, y a las administraciones. En 2010, el número de internos bajó un 1,6% en Andalucía. Según los sindicatos, el año pasado continuó la tendencia, aunque todavía no hay datos oficiales.
Los 17.215 reclusos contabilizados en Andalucía en 2010 se repartían entre 9.445 celdas, con una proporción de 1,82 internos por celda. Por aquel entonces, los fiscales de vigilancia penitenciaria andaluces tenían esperanzas de que la inauguración del centro penitenciario de Archidona “aliviara” esta situación.
“Compartimos la decisión de no abrir sin funcionarios”, dicen en CC OO
La nueva prisión, situada en el kilómetro seis de la carretera que une Archidona con Villanueva del Trabuco, tiene asignado un presupuesto de 117 millones. Sus instalaciones contarán con 1.008 celdas y una serie de innovaciones implantadas en los últimos centros inaugurados.
Los sindicatos ven “asumible” el nivel de ocupación de la otra prisión de Málaga, situada en Alhaurín de la Torre, e inciden en que este calificativo tiene muy en cuenta el número de internos que han llegado a registrar. El centro, concebido para poco más de 1.000 presos, alberga a unos 1.400, pero ha llegado a tener 1.900 internos.
Los fiscales de vigilancia penitenciaria andaluces insisten en su último balance en que se debe frenar la “sobreutilización de las penas de prisión preventiva” con medidas alternativas. El coste de apertura de cada celda, cifrado en 90.500 euros por el Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña, y los 88,29 euros estimados en su mantenimiento diario, son mucho más elevados que los 13 euros diarios que puede suponer una plaza de trabajo en beneficio de la comunidad. Sin embargo, los fiscales no ocultan que el número de plazas ofertadas en estos trabajos sigue siendo bajo. En 2010, sólo existían en Andalucía 3.152 plazas conveniadas y 2.720 no conveniadas.
Centros necesarios, pero aplazados
Almería y Jaén necesitan tener centro de inserción social (CIS) propios, pero la crisis económica prolongará en el tiempo estas carencias.
El CIS de Almería se construye en El Puche, en la zona del polígono industrial, y tendrá una capacidad para 200 internos (98 habitaciones con cama doble, 49 por planta. El resto, hasta 200, es para personas con movilidad reducida). Sus obras de ejecución van a buen ritmo y su finalización está prevista para antes de 2013. Sin embargo, igual que en el caso de la nueva prisión malagueña de Archidona, Instituciones Penitenciarias no tiene lista la relación de puestos de trabajo, ni fecha para la convocatoria pública, por lo que desconocen cuando entrará en funcionamiento. "Todo depende de las circunstancias", esgrimen.
En Jaén, el Ayuntamiento anunció el pasado mes de octubre su disposición a ceder el suelo necesario a Instituciones Penitenciarias para la construcción de un centro de inserción social con capacidad para 100 reclusos de tercer grado. El alcalde, José Enrique Fernández de Moya, y el director de la prisión, Juan Antonio Marín, destacaron entonces que Jaén es la única provincia que aún no cuenta con una infraestructura de este tipo.
Sin embargo, a pesar de que la instalación se consideró urgente (se eligieron unos terrenos en la zona de Vaciacostales), el cambio de Gobierno ha frenado el proyecto por la política de recortes, según sostienen los sindicatos. De hecho, el Gobierno ha anunciado que solo se ejecutarán las obras ya en marcha.
El centro de inserción social Evaristo Martín Nieto, abierto en Málaga en 2009, se ha quedado pequeño en muy poco tiempo. "El CIS de Málaga es único, muy grande y con una relación de puestos de trabajo ridículo", critica Juan Carlos Blanco, de CC OO. Sus 69 trabajadores están "desbordados", según la formación. El centro, programado para 200 internos, albergaba a 391 hombres y 69 mujeres a finales de 2010. "La nueva dirección no permite que se superen los 550", afirma Blanco. "Se están desviando a Algeciras (Cádiz) a los internos de Marbella, Estepona o Casares", añade. Aunque necesario, un nuevo CIS en Málaga, ni se plantea.
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