España se ve forzada a pagar el precio más alto en 18 años por su deuda a corto plazo
El Tesoro alcanza en la primera subasta tras las elecciones el objetivo máximo de la emisión a 3 y 6 meses con 2.980 millones pero a costa de comprometer intereses superiores al 5%, más de lo que abonan los rescatados Grecia y Portugal
España se ha visto obligada hoy a pagar por su deuda a corto plazo intereses más altos de los que los inversores exigen a los países del euro rescatados como Grecia y Portugal, aunque estos dos Estados cuentan con una particular red de seguridad en la forma de créditos del FMI y la UE. Según datos del mercado recogidos por Bloomberg, el Tesoro español, que en cualquier caso se ha quedado a solo 20 millones del objetivo máximo de la subasta con 2.980 millones, ha elevado con fuerza la rentabilidad de las letras a 3 y 6 meses colocadas hasta superar el 5%, un nivel desconocido desde 1993 y 1997, respectivamente. El organismo dependiente de Economía ya tuvo que prometer la semana pasada un tipo superior al 7% por primera vez en 14 años para vender a obligaciones con vencimiento en 2021.
En la primera subasta de deuda tras la aplastante victoria del PP en las elecciones del domingo, la demanda, el otro factor que junto al precio sirve para evaluar la confianza del mercado en la deuda soberana, también ha empeorado con respecto a la última operación a los mismos plazos de octubre. En concreto, la ratio de cobertura, que es el número de títulos solicitados frente a los vendidos, baja de 3,07 veces a 2,85 en las letras a 3 meses, con las que ha vendido 2.012 millones. En los títulos con vencimiento a 6 meses, también se reduce la demanda, al pasar de 4,92 veces de hace un mes a 2,59 veces.
Pese al deterioro, el apetito por la deuda española ha más que duplicado la demanda, lo que está en línea con la media de las últimas subastas. No obstante, donde España pincha es en el precio que se ha visto forzado a comprometer para superar las crecientes dudas de los inversores sobre el conjunto de la eurozona y, por extensión, sobre España. De hecho, pese al futuro cambio de Gobierno, la prima de riesgo, que es el diferencial entre los bonos españoles y los alemanes, de referencia por su estabilidad, ha prorrogado su aumento tras las elecciones.
Así, el Tesoro ha prometido hoy un interés medio del 5,110% por sus letras con vencimiento en febrero cuando en octubre le bastó con pagar un 2,35%, lo que supone que el tipo casi se ha duplicado en apenas un mes. La comparación frente a otros países, además, arroja señales preocupantes. A los intervenidos Grecia y Portugal, que reciben asistencia financiera (créditos a largo plazo) del FMI y la UE a cambio de duros recortes pero que siguen acudiendo al mercado a subastar deuda a estos mismos plazos, les cuesta un 4,62% y un 4,895% emitir letras a 3 meses. En cualquier caso, hay que matizar que el hecho de que estos dos países cuenten con los préstamos de las instituciones internacionales, por los que paga también en torno a un 5%, evita que los intereses de su deuda a corto plazo se disparen al contar con garantías de que podrá pagarlos recurriendo a los fondos del programa de rescate.
En las letras a 6 meses, el interés medio que se ha visto forzado a comprometer se ha ido al 5,227%, el precio más alto desde 1997 y 1,8 puntos porcentuales sobre el tipo pagado en octubre. En este caso, a Grecia y Portugal les basta con ofrecer un 4,89% y un 5,25% medio para superar los recelos de los inversores a que no podrán hacer frente a sus compromisos de pago. Asimismo, los tipos abonados hoy por España superan al interés medio por su deuda, que está por debajo del 4%, con datos a cierre de octubre, un tipo que se sitúa en la parte baja de los últimos años (desde 1992) y que, en cualquier caso, está a años luz de los intereses medios que los inversores reclaman por la deuda de Grecia (de hasta el 26% a 10 años) o Portugal (del 12% al mismo plazo).
De mantenerse la tendencia a un encarecimiento de la financiación y un aumento de la prima de riesgo superior al del resto de países bajo sospecha, lo que a tenor de la subasta de hoy parece lo más probable hasta que el próximo Ejecutivo tome el poder y empiece a anunciar medidas, la prima española seguirá acortando distancias frente a la italiana. Si la adelanta, ambos países volverían a la posición de antes de agosto. A partir de aquel mes, España logró poner distancia de por medio frente a Italia por, precisamente, los problemas del Gobierno de Roma, entonces presidido por Silvio Berlusconi, para sacar adelante los recortes contra el déficit. Ahora, Italia está dirigida por técnicos como Mario Monti, mientras en España, el PP se apresta a tomar las riendas del país.
Este incremento de las rentabilidades del Tesoro, además, tienen derivadas muy negativas en la banca. Por una parte, les complica la financiación en tanto en cuanto el mal resultado de la subasta impulsa al alza la prima de riesgo española, un sobreprecio que se acaba exigiendo a las entidades financieras. Por otro, incrementa la competencia del Estado con respecto a los bancos a la hora de captar los depósitos de los ahorradores, una vía alternativa de financiación que las entidades españolas están explotando ante las restricciones en los mercados mayoristas.
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